“Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones”. Sócrates.
En nuestra edición anterior hablamos sobre los hábitos, las pequeñas decisiones que se repiten y se van fortaleciendo en el día a día. Nos inspiramos en 12 caminos para una vida mejor y nos aportan en la salud y bienestar. Hoy te contaremos más detalles para vivir uno de ellos, el de disfrutar el ocio, tal vez de los más castigados en una cultura que nos ha enseñado a privilegiar el “estar ocupados”, olvidando el impacto en el cuidado que tiene el descansar y desconectarnos para volver a iniciar. De los italianos aprendimos La Dolce Vita (la buena vida), una forma equilibrada que proporciona placer, satisfacción y felicidad. Ellos la viven de diversas formas en el arte, la gastronomía, la música, los viajes. Te invitamos a contagiar a tu tribu, a tu familia, tu empresa y aliados, a hacer una pausa para vivir este hábito y recargar de propósito tu vida.
En defensa de un hábito para sanarnos: practicar el ocio
Según de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en Colombia los empleados remunerados en jornada completa cuentan con horarios muy largos. Dedicamos menos de dos horas para el cuidado personal (comer, dormir, etc.) y el ocio (vida social con amigos y familiares, pasatiempos, juegos, uso del ordenador y la televisión, etc.), en comparación con el promedio de países de la OCDE, en el que se dedican más de 2 horas al día y un promedio de 15 horas por semana . La cantidad y la calidad del tiempo libre son fundamentales para el bienestar general de las personas y pueden generar beneficios adicionales para la salud física y mental. El ocio es un principio esencial para que la cultura, el viaje y el juego estén en nuestras vidas. Da lugar a los acontecimientos del disfrute del silencio, del encuentro, la contemplación, la meditación, el movimiento, las risas, la música, la imaginación y la creación, se reconoce como un tiempo para que surja la dimensión poética y espiritual que proponen los griegos, así como la paz y la reflexión que encontraron en este las comunidades indígenas andinas. El ocio es una cualidad de la consciencia que nos abre un nuevo pensamiento, nos dispone a la creación y nos invita a un buen vivir. Por eso, el tiempo de contemplación nos renueva y agrega valor a la existencia, esta conversación que te proponemos es una invitación a abrazar el tiempo para descansar y defender el sentir del ocio como un bien importante para nuestra cultura, una oportunidad para el cuidado y progreso.
“El ocio no solamente es un componente de la calidad de vida, es un estado muy positivo, muy deseable y un importante valor y se convierte en un derecho propio en la línea necesaria para cualquier decisión relacionada con la calidad de vida de las personas.” Neulinger.
Te invitamos a hacerlo fácil a través de estos tips:
Hacer un horario: una de las claves para pasar a la acción y empezar a planificar la vida eficazmente es elaborar una lista de pendientes. Además de apuntar todo aquello que se quiere hacer, es importante establecer un horario para ello. Incluir en los planes momentos de pausa, de descanso, el encuentro o de alguna actividad diferente al trabajo, solo para el goce, disfrute, la quietud y la contemplación.
Planifica tu tiempo libre: es importante planificar el tiempo de ocio. También los hobbies hacen parte de esto.
Tomarse un descanso: el tiempo libre es importante, tanto como el trabajo.
Pensar en lo que se disfruta hacer: pensar de antemano cómo llenar esos espacios de tiempo para uno, destinando y respetando esos momentos para el disfrute.
Vivir el presente: con todos los sentidos, aprovechando el momento presente que es el único que realmente existe.
Desmontar creencias: en nuestra cultura es difícil sacar momentos para “no hacer” ya que se tiene el hábito de vivir ocupado en algo.
Te acompañamos con un recomendado:
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