Fortalecemos las capacidades climáticas de nuestros proveedores

En Comfama el cambio climático hace parte de las reflexiones que orientan nuestras decisiones estratégicas y nuestra visión de sostenibilidad. Desde esta comprensión, hemos construido una estrategia integral que se apoya en tres pilares: gobernanza, reducción de emisiones y la gestión de los riesgos climáticos. Trabajamos de forma constante en la medición y gestión de nuestra huella de carbono, definiendo metas de reducción y desarrollando acciones como la eficiencia energética, el ahorro y uso eficiente de los recursos y la incorporación de energías renovables.

Sabemos que para muchas empresas iniciar la medición de su huella de carbono representa un desafío. Por eso, acompañamos a nuestros proveedores con procesos de formación y mentoría, motivándolos para que también se comprometan con la reducción de sus emisiones y avancen hacia prácticas empresariales más sostenibles.

Con esta intención, desde Comfama, y de la mano de Portafolio Verde, desarrollamos el Bootcamp de Acción Climática, un encuentro diseñado para fortalecer a nuestros proveedores en la identificación de sus emisiones, la gestión de riesgos climáticos y la adopción de prácticas que aportan a la sostenibilidad de los territorios. Durante la jornada, 22 proveedores participaron en una experiencia práctica que inició con un diagnóstico de madurez climática.

A partir de este ejercicio, los empresarios evaluaron su nivel en gobernanza, estrategia, métricas y riesgos, lo que permitió reconocer brechas y oportunidades clave para avanzar hacia procesos de descarbonización y adaptación, alineados con la ciencia y las metas globales.

Uno de los aspectos más valiosos del encuentro fue la posibilidad de escuchar a empresas que ya avanzan con solidez en la gestión climática. Voceros de organizaciones compartieron cómo han incorporado la sostenibilidad en su operación, los aprendizajes acumulados en reducción de emisiones y educación ambiental, y los desafíos que se presentan en el camino. Sus miradas permitieron a los asistentes reconocer que la acción climática es un proceso diverso, que toma formas distintas según el sector, pero que siempre genera beneficios estratégicos y operativos.

Este intercambio se entrelazó con un ejercicio práctico que permitió a los proveedores acercarse a la medición de su huella de carbono, comprendiendo de manera aplicada qué datos son necesarios, cómo se clasifican y por qué esta información se convierte en un punto de partida para la toma de decisiones responsables. La experiencia facilitó que muchos empresarios, algunos por primera vez, visualizaran la cuantificación de emisiones como una herramienta accesible y útil para orientar la gestión ambiental de sus organizaciones.

El trabajo colaborativo tomó fuerza cuando los asistentes analizaron de manera conjunta los riesgos climáticos que podrían incidir en sus operaciones. Esta reflexión colectiva se amplió con una dinámica que simulaba interacciones dentro de la cadena de valor, lo que permitió reconocer puntos críticos, fortalecer la visión sistémica y proponer acciones orientadas a optimizar recursos y reducir impactos de manera articulada entre clientes y proveedores.

Iniciativas como esta fortalecen la cadena de valor, consolidan relaciones basadas en la confianza y promueven prácticas empresariales más competitivas y sostenibles. Al acompañar a nuestros proveedores en la comprensión del cambio climático y en la adopción de estrategias alineadas con la ciencia, estamos sembrando capacidades que generan bienestar colectivo, impulsan economías locales y contribuyen a construir territorios más resilientes. Crecer juntos significa avanzar hacia un futuro en el que las transformaciones individuales se convierten en logros compartidos.

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