Acogido por aquella tierra bananera que lo vio nacer e Inspirado por los recuerdos de su infancia y adolescencia, Alejandro Marín siempre tuvo claro que quería devolverle a su territorio, Apartadó, un poco de cariño y contribuir con su desarrollo social.
Se formó como ingeniero eléctrico en Medellín con un objetivo claro: regresar a su tierra y construir un futuro allí, aunque en ese momento no sabía cómo lo haría. Con el tiempo volvió con una empresa de aires acondicionados y, a través de ella, se familiarizó con el mercado y empezó a identificar a los clientes de la zona.
Aquella empresa finalizó sus operaciones en Apartadó, pero Alejandro tenía claro que había llegado para quedarse y decidió iniciar su propio camino como independiente. Con la mente puesta en tener algo más grande, empezó a buscar la manera de tener una empresa legalmente constituida que operara con integridad y marcara la diferencia en un sector donde esto no era tan común.
Sabía que no sería fácil y que tendría varios desafíos, pero no se desanimó y junto a su madre y esposa, las mujeres más importantes de su vida, crearon una sociedad que desde hace siete años le dio vida a Bioaires del Darién.
Un compromiso con la equidad y la excelencia
Desde sus inicios, Bioaires se ha destacado por su enfoque inclusivo, porque como lo resalta Alejandro: “Nos interesa el tema de inclusión de género que en el gremio es muy escaso, porque es raro ver a una mujer haciendo trabajos en el sistema de aire acondicionado. He recibido el apoyo de la familia. De hecho, mis dos socias son mujeres y, a través de ellas, hemos podido apalancar la empresa”.
Siempre tuvo claro que la solución era “no quejarse, sino impactar en la forma de hacer las cosas”. Reconoce que construir equipo no fue fácil, debido a que quería encontrar empleados que al igual que él pensaran que el gremio necesitaba un cambio. Empezó con un técnico en su propia casa y, poco a poco, el negocio creció. Pronto se estableció como una empresa formal, con local y todos los documentos en regla, demostrando que “hacer las cosas bien siempre trae recompensas”.
El encuentro con Comfama
En 2024 Bioaires encontró una oportunidad en un evento de empresarios de la zona. Comfama necesitaba mantenimiento en los equipos de aire acondicionado de Urabá y aunque podía contar con algunos proveedores de Medellín, la Caja decidió apoyar empresas locales y así establecer una relación en la que ambas organizaciones se ayudaran mutuamente.
Si bien este convenio le significaría un desarrollo bastante apresurado, tomó el reto de presentarse a la convocatoria. Este proceso requirió múltiples capacitaciones, ajustes operativos y mejoras administrativas en las que Bioaires dio la talla. Esta alianza como proveedora de Comfama hizo que sus sueños se sintieran mucho más cercanos. Aquella empresa que crecía de forma lenta pero segura duplicó sus servicios en solo un año.
Compromiso ambiental mirando hacia el futuro
Con la llegada de Comfama se fue el papel. Ahora Bioaires hace todos sus informes de forma virtual, alineándose con su propósito superior de ser una empresa ambientalmente responsable, el cual resalta en su nombre. "Queremos ser una empresa que se caracteriza por el ser amigable con el medio ambiente, sostenible. En ese sentido, estuve totalmente alineado con las recomendaciones de Comfama", resalta.
Con siete años de esfuerzo proyecto, Alejandro mira atrás y se siente orgulloso por haber sido coherente consigo mismo y por ese amor que le tiene a su tierra. Su empresa no solo genera empleo, sino que lo hace con equidad y con los beneficios laborales que se requieren oficialmente. Aunque el camino por recorrer todavía es largo, Bioaires avanza con seguridad y gratitud en su tierra, transformando sueños en realidades.
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