Un libro puede abrir mundos, pero una biblioteca abre caminos. Durante 50 años, las bibliotecas de Comfama han sido más que estanterías llenas de historias: son espacios vivos donde la creatividad, el aprendizaje y la comunidad se encuentran.
¡Nuestras bibliotecas cumplen 50 años!

En ellas, Isaac, Álvaro y Laura han encontrado mucho más que libros. Para ellos, la biblioteca es un refugio, un punto de encuentro y un escenario donde sus propias historias han cobrado vida. Tres generaciones distintas, un mismo lugar de inspiración.
Isaac López (9 años): la lectura como herencia
Desde que estaba en el vientre de su madre Luisa, los libros han sido parte de su historia. Ella le leía en voz alta, y ahora, con cada visita a la biblioteca, reavivan ese vínculo. Isaac la acompaña a hacer tareas, pero su momento favorito es cuando terminan y corren a elegir un nuevo libro para compartir.
Su amor por la palabra ha ido más allá: ha construido su propia colección de libros y ha desarrollado un talento innato para narrar cuentos. Ese don lo llevó a convertirse en finalista del concurso Medellín en 100 palabras, en su séptima edición.

Laura Tabares (23 años): la biblioteca como transformaci ón
De niña, su timidez le dificultaba salir de casa, pero en los libros encontró un refugio, un universo donde sentirse libre. Poco a poco, las actividades de la biblioteca le ayudaron a ganar confianza, hasta que la timidez quedó atrás, aunque su amor por la lectura sigue intacto.
Hoy, como diseñadora gráfica, sigue visitando las bibliotecas. En sus años de estudiante en el Cesde, fueron su espacio de estudio y encuentro; ahora, son su oficina remota. La biblioteca de San Ignacio la ha acompañado en cada etapa de su vida, y por eso, verla renovada le emociona. Así como ella ha cambiado, la biblioteca también ha evolucionado, sin perder su esencia: ser un refugio donde las ideas y la creatividad florecen.

Álvaro Colorado (73 años): el club de la vida
Desde que se pensionó, la biblioteca de San Ignacio se convirtió en su segundo hogar. Conoce cada rincón, a cada persona que trabaja allí y ha sido parte de todos los clubes que han nacido: cineclub, club de periodismo, club de lectura…
Para Álvaro, la biblioteca es más que un lugar de lectura; es un espacio de compañía y aprendizaje. Siempre lleva en su bolso confites listos para compartir con quien quiera conversar.

La cifra: 5.983.646
Nos emociona saber que prestamos 5.983 .646 servicios en nuestras bibliotecas (incluye asistentes, préstamos y consultas). Al cierre de 2024, contábamos con 74 puntos de lectura, bibliotecas y maletas viajeras.