Descentralizar los servicios bibliotecarios, hacer que lleguen a los barrios y proveerles a las comunidades posibilidades de lectura, escritura, disfrute del ocio y del tiempo libre ha sido el espíritu de las bibliotecas.
Aquello que contribuye a que la vida cotidiana sea más bella, tiene lugar en las bibliotecas Comfama. Esta declaración de amor a la vida implica estar abiertas a las expresiones culturales de los territorios, reconocer las culturas diversas, estimular el intercambio de visiones del mundo y entender que cada persona es parte de un universo inmenso que genera responsabilidades y que abre horizontes.
Para Francisco Abad y Steven Calderón, dos de nuestros usuarios frecuentes, significa sentirse en casa.
Francisco vive su etapa de pensión leyendo cada mañana a la biblioteca de su barrio, Aranjuez, a leer el periódico y a tomarse un café, siempre tiene al lado un diccionario que, según él, es para buscar lo que no sabe y no dejar de aprender nunca. Además, también para tener tema de conversación con sus amigos, los bibliotecarios, con quienes hace vida social y conversa en esta biblioteca que es como su segundo hogar.
Steven por su parte está en plena juventud. Oriundo de Bogotá, encontró en el centro de Medellín una guarida, un lugar de calma. Es diseñador digital y asiste frecuentemente a la biblioteca Comfama de San Ignacio, va con sus audífonos, se sienta solo, aunque siempre está acompañado por los libros que, según él, son una de sus herramientas de trabajo, pues más de un reto profesional lo ha resuelto inspirado en ellos.
Una biblioteca es un lugar de inclusión, donde la diversidad es la norma y la singularidad se acoge con entusiasmo. Es un espacio donde individuos de caminos distintos pueden encontrarse sin importar sus diferencias y sentirse igualmente como en casa. Alguna vez el escritor argentino Jorge Luis Borges, dijo «siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca»; tal parece que los antioqueños tenemos suerte, porque hemos tenido al paraíso cerca.
Unos años atrás
Antes
5.000 volúmenes inauguraban en el cuarto piso del Edificio Central de Comfama, un hecho que trascendía las estanterías de los libros y las ventanas de un lugar pensado inicialmente para el conocimiento y los libros
Ahora
En 2023, las Bibliotecas Comfama tuvieron 2,4 millones de visitas en todo el departamento, con 278.000 libros disponibles y 65 presencias: bibliotecas, bibliometros, bibliotecas comunitarias, bibliotecas móviles, maletas viajeras, puntos de lectura. Se trata de lugares que, además, de albergar conocimiento son espacios de encuentro entre vecinos, comunidades, conversaciones e historias.