Rosa y Luis son residentes de El Carmen de Viboral que, con la postulación al servicio de mejoramiento de vivienda y construcción en sitio propio, recobraron la calidad de vida y cumplieron sus propósitos.
Cuando tenía seis años, Rosa María Ramírez, una mujer bombera de El Carmen de Viboral, tuvo que vivir en la calle. Su familia era de escasos recursos y cuando sus padres se separaron, a la mamá le tocó sacarlos de la casa y no tenían a dónde ir. Las aceras se convirtieron en su hogar durante tres años.
Esa carencia, en parte, fue el motor de un deseo fuerte y claro: querer tener una vivienda propia. En 2019 empezó a materializarlo al salir favorecida con un subsidio de mejoramiento de vivienda y construcción en sitio propio de Comfama.
“Gracias a la ayuda de Comfama, pude construir una casa de primer nivel, con tres habitaciones, sala, cocina y baño”. Dice emocionada Rosa, quien tiene la vivienda en la vereda La Palma del municipio del Carmen de Viboral.
Ahora vive con su esposo, su hija, de 11 años, y siete perros. En su casa tiene un espacio favorito, se trata de su habitación donde a través de la ventana ve un bosque que le da vida, porque aprecia el amanecer y el atardecer, ahora desde su techo propio.
Igual de feliz y emocionado que Rosa, está Luis Carlos Rivera, padre de dos hijos, habitante de la vereda Viboral y quien soñaba con hacerle unas mejoras a su hogar y gracias al subsidio de mejoramiento de vivienda lo logró.
“Tenía una casa, pero solo con sala, cocina y baño, no teníamos divisiones para las habitaciones, dormíamos todos en la sala. Además, no teníamos pozo séptico”, empezó contando el residente del Carmen de Viboral, quien un día vio que Comfama estaba ofreciendo este tipo de subsidios. Se acercó a la oficina principal del pueblo, se postuló y siguió el proceso hasta último momento. Fue una sorpresa y gran alegría cuando le notificaron que había sido beneficiado con $16.000.000.
Para él y su familia esto significó mucho, tanto que recobró su calidad de vida. “Dormíamos todos juntos y era muy incómodo porque teníamos las cosas alrededor de la sala”. Luis sostiene que una de las condiciones para estar bien, es tener un lugar óptimo para vivir, un hábitat de calidad.
Igual de feliz y emocionado que Rosa, está Luis Carlos Rivera, padre de dos hijos, habitante de la vereda Viboral y quien soñaba con hacerle unas mejoras a su hogar y gracias al subsidio de mejoramiento de vivienda lo logró.
“Tenía una casa, pero solo con sala, cocina y baño, no teníamos divisiones para las habitaciones, dormíamos todos en la sala. Además, no teníamos pozo séptico”, empezó contando el residente del Carmen de Viboral, quien un día vio que Comfama estaba ofreciendo este tipo de subsidios. Se acercó a la oficina principal del pueblo, se postuló y siguió el proceso hasta último momento. Fue una sorpresa y gran alegría cuando le notificaron que había sido beneficiado con $16.000.000.
Para él y su familia esto significó mucho, tanto que recobró su calidad de vida. “Dormíamos todos juntos y era muy incómodo porque teníamos las cosas alrededor de la sala”. Luis sostiene que una de las condiciones para estar bien, es tener un lugar óptimo para vivir, un hábitat de calidad.
Como la familia Rivera otras 700 familias se beneficiaron en el 2023, con mejoramientos recibieron para su vivienda propia en las regiones de Antioquia.