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"El pasado nos da raíces, el presente nos da energía, el futuro nos da alas". Philip Zimbardo, sicólogo norteamericano

Editorial David Escobar Juan Rafael Arango
"El pasado nos da raíces, el presente nos da energía, el futuro nos da alas". Philip Zimbardo, sicólogo norteamericano
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El pasado

En alguna de las actas de la época en que se estaba creando Comfama se dice que el subsidio y esta caja de compensación se podrían administrar desde una oficina de la ANDI y con una persona asignada medio tiempo. ¿Qué cara pondrían hoy los pioneros del subsidio familiar, si tuviéramos la fortuna de tenerlos con nosotros, al enterarse de que esa entidad que comenzó con 46 empresas y 5.481 trabajadores que recibían la cuota monetaria, hoy nutre los sueños y aspiraciones de 4,4 millones de personas, recibe aportes de más de 120 mil empleadores y cuenta, para tan hermosa y digna labor, con cerca de 8.000 trabajadores comprometidos con el desarrollo social de Antioquia?

Próximos a celebrar los 70 años de fundación de esta, la primera caja de compensación familiar de Colombia, es justo dedicar unas líneas al pasado, a recordar los orígenes de lo que hoy es un sistema de 42 cajas que jalonan el bienestar y el desarrollo de más de la mitad de la población colombiana.

Honremos a Antonio Díaz García, presidente de la UTC, líder sindical pionero del subsidio familiar; a José Gutiérrez Gómez, presidente de la ANDI, entidad líder en la creación de Comfama; a Jaime Sanín Echeverri, cuyos textos fueron fundamentales para la conceptualización de la primera caja de compensación familiar; a Diego Tobón Arbeláez, redactor de los primeros estatutos y primer director (encargado) y a Alfonso Restrepo Moreno, primer director y visionario de la compensación familiar.

Al recordarlos y celebrar su obra, estamos también haciendo lo propio con cada generación de antioqueños, hombres y mujeres, que han participado de las labores de Comfama durante los últimos 70 años, demostrando que el diálogo social y el trabajo conjunto entre diversos sectores van mucho más allá de los discursos y las leyes. Ellos fueron arquitectos y constructores de unas organizaciones, fundamentales entonces y ahora, en la Colombia de 2024.

La paz, el desarrollo social, la inclusión, el desarrollo del campo, la productividad, el crecimiento económico y el bienestar social tienen hoy en las cajas uno de sus pilares más sólidos.

También es necesario que, y creemos que tiene algún valor para nuestro momento actual, desde diferentes miradas del mundo y posturas ideológicas diversas se pueden crear instituciones que modernicen y desarrollen un país. En las cajas de compensación confluyeron "la doctrina social de la iglesia católica, los movimientos obreros y la democracia liberal" [Giraldo, César A. (2014) El salario social de los trabajadores]. Su evolución al cabo de las décadas da testimonio del inmenso poder de los acuerdos sociales y de las visiones de largo plazo. Las cajas son el resultado del diálogo paciente y de una cuidadosa artesanía institucional, poco ruidosa en titulares, pero, a la larga, mucho más productiva en generación de cambio social.

Vale la pena recordar los orígenes de la compensación con estos extractos del editorial del periódico El Colombiano del 16 de junio de 1948, citando al presidente Mariano Ospina Pérez, al referirse al salario social de los trabajadores:

"Hay que ir caminando con un concepto menos individualista de la sociedad, con un concepto más social. El salario no es simplemente un montón de monedas puesto en una bandeja, sino que tiene un significado más hondo…" Giraldo, César A. (2014) El salario social de los trabajadores.

En 2024, al cumplir siete décadas, Comfama, sus empleadores afiliados, los gobernantes de la región y cada familia trabajadora de Antioquia debemos recordar con algo de orgullo y admiración los valores atemporales que nos acompañan desde nuestros orígenes: la compensación, la solidaridad, el trabajo y el diálogo social.

¿Será que estas viejas y buenas instituciones tienen al menos una parte de la respuesta a las preguntas más difíciles de Colombia de comienzos del siglo XXI? La paz, el desarrollo social, la inclusión, el desarrollo del campo, la productividad, el crecimiento económico y el bienestar social tienen hoy en las cajas uno de sus pilares más sólidos. Estas organizaciones son el resultado del esfuerzo de generaciones de trabajadores y empresarios quienes, con objetivos claros y sentados a la misma mesa, han aportado con su liderazgo al bienestar de las familias colombianas.

El presente

"No solo tenía un sentido filantrópico, sino también pragmático…", decía el querido y recordado empresario Nicanor Restrepo Santamaría, al referirse a la compensación, en una entrevista con motivo de los 60 años de la fundación de Comfama. Esta frase simple y a la vez poderosa es, quizás, una de las bases fundamentales de la compensación familiar.

Comfama funciona como un puente que conecta y transforma, se trata de un gana-gana. Las familias y los trabajadores acceden a un trabajo más digno, garantizan sus derechos sociales, reciben una prestación social esencial y un cúmulo de oportunidades que hoy llamamos de cuidado (asociadas con la salud y el ocio) y de progreso (asociadas con ingresos, crédito, hábitat, educación y acceso a la cultura). En la otra orilla están las empresas que, al contribuir al buen clima laboral y al bienestar de sus equipos de trabajo, acceden a una mayor productividad y cumplen con sus responsabilidades sociales más esenciales.

La Comfama del aniversario número 70 trasciende la cuota monetaria, a la que aún le dedicamos, sin embargo, el 30 % de los aportes. Nos convertimos en un conglomerado social, con una serie de programas, unos agrupados dentro de la entidad original y otros ofrecidos a través de varias empresas e inversiones. Todos estos programas están alineados con nuestro propósito superior de generar desarrollo familiar, apoyar la expansión de la clase media, promover la movilidad social y ofrecer oportunidades en salud, educación, ocio, servicios financieros y hábitat a sus afiliados y usuarios.

Nuestros 17 parques cubren prácticamente toda la geografía del departamento y asombran a más de 2,6 millones de visitantes; cuidamos la salud de 1,7 millones de antioqueños afiliados a nuestra red en alianza con Sura EPS; creamos condiciones de hábitat digno con la entrega de más de 700 mejoramientos de vivienda y 2.486 subsidios de vivienda nueva; también concedimos más 170 mil créditos sociales. En la Clínica Panamericana atendimos a más de 260 mil personas realizando diferentes procedimientos médicos de mediana y alta complejidad. Con el CESDE impulsamos el desarrollo haciendo presencia en 76 municipios de Antioquia y con Cosmo Schools forjamos, al cierre de 2023, una comunidad con más de 3.000 familias que en 2024 crece a 4.400.

Aunque 2023, por la coyuntura económica, no fue el mejor año para el empleo formal en la región, sí fue un periodo en el cual cosechamos algunos de los proyectos que veníamos cultivando por años y una oportunidad para consolidar procesos y capacidades organizacionales fundamentales para nuestra labor.

Estas son las más destacadas:

  • Nuestro servicio de empleo dio un salto. Conectamos a más de 68 mil personas con su propósito y aportamos en algo fundamental a las empresas de la región: contar con el mejor talento posible.

  • 2,6 millones de personas visitaron nuestros parques, superamos de lejos la cifra prepandemia. El año pasado, además, inauguramos el parque humedal La Samaria, en alianza con la Alcaldía de Puerto Berrío, nuestro primer parque abierto que podría, en toda justicia, considerarse un parque natural, un bosque con espacios para toda la comunidad del Magdalena Medio antioqueño.

  • El CESDE, adquirido en 2019, sigue su expansión con más de 89 mil matrículas (casi 10 veces las que tenía en ese momento). Tiene presencia en 76 municipios de Antioquia y en cuatro ciudades de Colombia: Medellín, Bogotá, Pereira y Cartagena.

  • Reabrimos las puertas del Claustro Comfama, símbolo de un proyecto cultural amplio, diverso e incluyente que tuvo 387 mil asistentes en un año.

  • Mediante alianzas con 129 organizaciones y artistas, la cultura se ha tomado esta institución y llegó para quedarse porque es tan importante como la educación para la construcción de una sociedad más democrática y justa.

  • Nos hace felices saber que tenemos un gran sistema con 71 bibliotecas y puntos de lectura que reciben más de 2,4 millones de visitas.

  • En 2023, alcanzamos más de 507 mil matrículas en nuestros cursos de Aprendizaje para la vida (educación continua).

  • Escribimos un nuevo capítulo en la historia del barrio Cristo Rey, en Medellín, al que regresamos con un colegio Cosmo, servicios de educación, programación cultural, cuidado, bienestar y ocio.

  • Habilitamos nuevas oficinas en Chigorodó, Guarne y Marinilla. Cerramos el año con presencia física en 45 municipios por fuera del Valle de Aburrá y con cinco móviles, conectando oportunidades por toda nuestra geografía.

  • Además, abrimos un espacio de atención en el Parque de las Luces, en el centro de Medellín, habilitamos otra sede móvil y 19 sedes barriales en el Valle de Aburrá. Cada año estamos más cerca de las familias a quienes servimos.

  • Cuidamos la salud mental y acompañamos a las personas por medio de 55 mil atenciones en nuestra Red de Amor, Cuidado y Salud mental.

  • El movimiento educativo Cosmo Schools mantiene su crecimiento y recoge sus primeros frutos. Tenemos 4.400 estudiantes con matrícula para 2024, en 9 sedes. Además, graduamos a nuestra primera generación de bachilleres.

  • Lideramos, conjuntamente con Breakthrough, Eafit y Proantioquia, la iniciativa de Estrategia Emergente de Antioquia, una propuesta para acelerar el crecimiento económico de la región y fortalecer nuestra capacidad de generar empleo de alto valor.

  • Celebramos la apertura de un nuevo Centro Integral de Salud en el barrio Córdoba, en Medellín, en el que atendemos a 42 mil afiliados.

Pero los hechos y las cifras no alcanzan a expresar lo que es Comfama para los antioqueños. Como empresa es una de las preferidas para trabajar, quizás por nuestro amor a la región, nuestro propósito social y nuestra idea de ser ejemplo de lo que queremos ver en el mundo. Como organización social hemos tejido una gran red de alianzas. Tenemos vínculos con 2.229 proveedores, 129 organizaciones culturales y con 56 asociaciones, corporaciones y entidades en las cuales participamos activamente, solo para mencionar algunos casos.

La marca Comfama brilla con su magenta en el corazón de los líderes. Somos la empresa en tamaño número 120 de Colombia y estamos en la posición 54 en reputación nacional según Merco. 120 mil empleados afiliados creen en nosotros y brindamos oportunidades a 4,4 millones de personas atendidas con los más altos niveles de servicio, obtuvimos 4.7 sobre 5 en satisfacción general, según la valoración de Invamer. Esa confianza nos nutre y compromete a seguir tejiendo, creciendo y proponiendo.

Comfama entera, —su Consejo directivo, nuestra comunidad de idealistas y las personas que trabajan en filiales e inversiones—, está al servicio, como debe ser y lo hemos hecho desde nuestro nacimiento, de la solidaridad, del desarrollo y de las familias y empresas de Antioquia.

El futuro

Un país con niveles de incertidumbre económica, social y política tan altos necesita de sus más sólidas instituciones para superar unidos la dificultad y continuar su camino hacia el futuro. Nos atrevemos a decir que, en estas épocas, los colombianos y sus líderes deben mirar de nuevo a las cajas de compensación.

Si nos preocupa cómo construir confianza, cómo conjugar desarrollo social y crecimiento económico, cómo conectar educación y cultura, cómo sembrar desarrollo en el campo, cómo unir lo urbano y lo rural, cómo abrazar a la juventud o cómo garantizar una salud incluyente que nos permita disfrutar la vida, en las cajas encontraremos una parte importante, la más solidaria, de las respuestas.

Mientras algunos se asustan y otros se apresuran, nosotros seguimos trabajando, con esa paciencia de abejas obreras que nos ha caracterizado. Seguimos «construyendo catedrales», pensamos en décadas. No nos amilanamos, sabemos que, por encima de las coyunturas y a pesar de las diferencias, Colombia seguirá avanzando.

Tenemos claro, de eso ya siete décadas, que los empresarios, los políticos y los ciudadanos buscamos lo mismo, el progreso social, y en estas instituciones sabemos cómo lograrlo: trabajando en equipo. Seguiremos siendo puente, promoviendo la articulación y las acciones colectivas para alcanzar juntos un país más desarrollado, en paz, con justicia social, mucho más compasivo, donde todos podamos ver florecer nuestros sueños.

David Escobar Arango, Director de Comfama.

Juan Rafael Arango Pava, Presidente Consejo directivo de Comfama