Dignificamos y resaltamos la labor del cuidado
27 de Marzo 2023
Tras 20 años sin condiciones dignas de trabajo, Mary Luz Gallego descubrió sus derechos laborales. Ahora los defiende y disfruta.
Mary Luz se fue de casa a los 16, sin terminar el colegio, huyendo del maltrato de su padre. Decidió que sería una mujer autónoma y consiguió un empleo como trabajadora remunerada del hogar. Enfrentó una difícil realidad: jornadas largas, con un solo día de descanso al mes y pagos inferiores al salario mínimo. Se aprovechaban de su juventud e inexperiencia en el oficio. A Mary Luz la necesidad le hizo trabajar en condiciones injustas, sin conocer sus derechos laborales durante 20 años.
Un día, una de sus empleadoras la recomendó con un conocido. La persona, tras decirle que la contrataría, le pidió una serie de datos que nunca le habían solicitado. Se le hizo extraño, la respuesta la sorprendió: era información necesaria para afiliarla al Sistema de Seguridad Social, vincularla a las EPS, al fondo de pensiones, a la administradora de riesgos laborales (ARL) y a la caja de compensación familiar.
Por primera vez se beneficiaría con cesantías, prima de servicios, vacaciones, dotación y auxilio de transporte. Descubrió que trabajó durante años sin ser consciente de sus derechos. A partir de ahí se esmeró por cambiar cosas en su vida, empezó a plantearse metas y a ahorrar.
10 años después, la formalización le permitió terminar el bachillerato y, mediante la EPS, logró la extracción de un mioma uterino. Asimismo, con su pareja, actualmente ahorra para comprar una vivienda propia. También ingresó a la Escuela de cuidado del hogar, un programa de formación de Comfama y el CESDE donde se convirtió en una de las primeras 37 mujeres egresadas como embajadora de la formalización laboral.
Saberse con derechos la inspiró para animar a otras mujeres para que busquen trabajos formales que les permitan progresar, tener autonomía y disfrutar la vida.
Hoy Mary Luz accede a créditos, termina el bachillerato y ahorra para comprar vivienda.
Compromiso y perseverancia es promover el cuidado como un trabajo digno y remunerado.