Hace poco más de un año, Luz Marina Pereira decidió cambiar su agitada vida citadina por el aire puro y el ambiente cálido de Santa Fe de Antioquia. Llegó con el propósito de hacer nuevas amistades, de disfrutar su jubilación a plenitud y transformar su rutina. Sin embargo, no fue tan sencillo como ella imaginó. Los primeros días en su nuevo hogar se tornaron largos y apacibles en exceso, ese tiempo libre que tanto anheló parecía un sinsentido.
Un día, en medio de una conversación de amigas, se enteró de que en Comfama ofrecían clases de baile. Hizo un curso, dos, tres, y desde entonces no ha parado. Con la inauguración de una nueva sede llegaron más oportunidades, ahora la agenda de Luz Marina incluye sesiones de hidroaeróbicos, rumba, fortalecimiento del cuerpo, entre otros. Más que un espacio formativo, ella lo describe como el descubrimiento de un tesoro.
Las puertas en Santa Fe de Antioquia se abrieron el once de diciembre del año pasado. El inmueble hace parte del centro histórico de la Ciudad Madre y tiene un área total de 3.145 metros cuadrados (media manzana). Es un caserón colonial con muros de tapia, pisos de arcilla cocida y tejas de barro.
Con más de 250 años de historia, es considerada como un bien de interés cultural, lo que representa un compromiso importante con la restauración y preservación de un patrimonio que es de todos. Un lugar con las puertas abiertas para afiliados, no afiliados, locales y turistas. Por eso recibe a diario decenas de visitantes y, en el primer trimestre de matrículas, duplicó las metas esperadas.
La sede también es aliada de las empresas en la región. Uno de los servicios que se presta en la nueva sede de Santa Fe de Antioquia es la realización de procesos de contratación y desvinculación laboral, con una ruta que acompaña al cesante con la entrega de subsidios y con el reintegro laboral.
A sus 64 años, Luz Marina encontró nuevas posibilidades de disfrute. Ahora se siente más vital y sensible como ser humano, celebra que su salud mental y física están mejor que nunca, y destaca la labor de sus entrañables profesores: Ana María, Leo y Alonso. Dice orgullosa que no va a parar de aprender, que será una “master” de Comfama y que quiere a esta empresa de corazón.
Esperanza es poder gozar de la plenitud de la vida.
13.000 afiliados en este nuevo espacio y a través de nuestros modelos móviles de atención. Además, ofrecemos acompañamiento en el Occidente antioqueño a más de 350 empresas de la región.