En pandemia, Claudia Elena Rodríguez y su familia recibieron una de las noticias más duras. Aunque tomaron los cuidados necesarios para protegerse del Covid, en abril del 2021, ella, su hermana y su mamá, resultaron contagiadas.
«Lo más difícil fue que estando incapacitada, con oxígeno todo el tiempo, me llamaron a decirme que mi mamá había muerto por el Covid. Yo debía mantener la calma porque se me alteraban la frecuencia cardíaca y la saturación del oxígeno, pero este fue un golpe muy duro para mí», afirma.
Después de la tristeza por esta pérdida, recibió una luz de esperanza. El Gobierno nacional anunció que las empresas privadas podían adquirir el biológico, para vacunar a sus empleados contra este virus.
Comfama, comprometida con el cuidado de la vida de los antioqueños, compró 6.200 vacunas anti- Covid-19, lo que correspondía a 3.200 dosis para sus trabajadores.
El corazón de Claudia se llenó de alegría, pues la empresa en la que ha trabajado por 18 años le abría la posibilidad de sentirse más segura, estando vacunada.
«Sentí un alivio tan grande porque podía adelantar el proceso de mi vacunación, ya que para esa fecha aún no estaba en la lista de priorizados que determinaba el Gobierno », afirma.
Días después llegó el correo en el que le anunciaban que podía acudir al CIS San Ignacio para ponerse la primera dosis y le dieron fecha para la segunda. De esta manera pudo combinar todas las acciones de autocuidado con este «parte de tranquilidad», que le permitió reincorporarse con más seguridad a las actividades.
Al poco tiempo, Comfama anunció también que vacunaría a los familiares de los trabajadores y esto permitió que Isabela Ochoa, su hija de diecinueve años, no tuviera que esperar mucho más tiempo a ser priorizada por el Estado, para acceder a la vacuna: «¡me sentí tan agradecida de trabajar en Comfama!», dice.
Para Claudia fue un descanso saber que su hija ya estaba protegida, pues lo que más quería era evitar situaciones tan dolorosas como la que había vivido. Hoy, ambas se siguen cuidando y saben que depende de cada uno de nosotros tomar las medidas necesarias para cuidar la vida. «Me siento feliz de trabajar en una empresa que se preocupa por el bienestar de sus trabajadores, esto me motiva diariamente para entregar lo mejor de mí. Como dicen por ahí: cuida de tus empleados y ellos cuidarán tu empresa, así es en Comfama», concluye.