Asamblea General de Afiliados de Comfama Número 68, Teatro Comfama Alfonso Restrepo Moreno, 1° de junio de 2022.
Informe de la Dirección
13 de Julio 2022Por: David Escobar Arango, Director de Comfama
Muy buenos días. Qué emoción estar aquí en este Teatro Comfama acompañado de todos ustedes. Tenemos más del doble de la participación de la que hemos tenido en nuestras últimas asambleas. Gracias por estar aquí empleadores, empresarios e instituciones de la región. Un saludo muy especial al Consejo Directivo de esta institución, señor presidente, vicepresidentes, a mis compañeros de trabajo. Anoche me acosté supremamente triste, porque un hombre que admiro mucho y que quiero mucho, una de las personas más creativas que he conocido en mi vida, como diría mi abuela, bueno como el pan, murió ayer por la tarde. Un hombre joven, vivió acompañado de una mujer increíble y tiene una niña maravillosa que se llama Abril. Entonces, yo me acosté triste, orando por él y me hice la pregunta: ¿Cómo voy a hablar hoy? Con todo lo que había planeado decir, cómo iba a poder hacer, como dice el equipo de comunicaciones de Comfama: David te toca ser inspirador.
Me dije cómo voy a hacer para sacar esa energía, sí estoy pensando en este hombre que partió. Esta mañana me levanté y antes de salir para acá, abrí un libro muy especial que me regaló Estefanía González, la responsable de bibliotecas de Comfama, escrito por Cachi Ortegón - Carlos Ortegón, un hombre colombiano dedicado a investigar, a componer canciones y a escribir poesía alrededor de los Llanos orientales de nuestro país; ustedes han visto que a uno hay veces le pasa que abre un libro y el libro como que tiene un mensaje para uno, pues abrí este libro y estaba este poema cortico que voy a leer antes de compartirles una reflexión relativa a esta Asamblea, aunque van a ver que no está tan desconectado. El poema se llama Retoñar y dice: “en todos los mayos se me ocurre con pena de sed derrotada, construir otras palabras verdes, hilvanar retoños de los trinos, convocar multitudes de gotas, añadir garzas y lirios, galopes y cactus, hacerme tierra y comenzar de nuevo”.
Entonces yo dije, de repente estas palabras que he planeado durante la última semana compartir, que tienen como título esperanza por la revista que como decía Juan Rafael y Perla, comprende una buena parte de nuestras realizaciones, sueños de futuro, por supuesto las cifras fundamentales de esta organización; tal vez el tema de la esperanza sea el tema de retoñar, porque estábamos en una Asamblea que, para nosotros, como mencionó Perla, es el ritual anual para compartir, que es lo que hemos hecho, cómo nos sentimos, qué es lo que agradecemos y cuáles son las cosas a las cuales aspiramos en el futuro. Entonces, tal vez en este momento de cambio de ciclo de esta institución, esa idea del retoñar venga bastante bien y tal vez, en este momento de cambio de ciclo del mundo en el momento donde estamos pasando a un siguiente nivel, lo que tiene que ver con la pandemia de la COVID-19 y tal vez, en este momento de cambio de ciclo del país, por razones que todos conocemos, nos venga bien la idea del retoñar de Cachi Ortegón.
Ahora sí, con lo que había planeado, porque como dice mi mamá, si uno no planea después se pierde y tengo unas ideas aquí dispersas para compartirles en reflexión. Hay una frase que nos inspira tremendamente en Comfama, que es una idea del psicólogo norteamericano, el profesor de Stanford Philip Zimbardo, ¿cuál debe ser la relación de los seres humanos con el tiempo? Él dice muy bellamente, el pasado nos da raíces, el presente nos da energía y el futuro nos da alas y por eso, lo que les voy a compartir a continuación, hago un breve recorrido desde el pasado de esta institución y esta región. Hago una celebración, los invito a que hagamos juntos una celebración del presente, con todas sus dificultades y retos, porque no deja de ser un presente maravilloso y a que juntos invoquemos ese futuro que nos va a ayudar, esa utopía como también decía Eduardo Galeano.
Las cosas importantes y los rituales que hacemos los seres humanos deben comenzar por la gratitud y voy a dirigirle unos minuticos, unos segunditos de gratitud al equipo del Foro de liderazgo y estrategia de Comfama, que está en la segunda página de esa revista, obviamente a las 6.000 personas que trabajan en Comfama duro, apasionadamente, pero a este grupo con quien comparto mis días y que es como una especie de familia, como digo yo, de idealistas que acompañan este viaje. Muchísimas gracias, gracias por la paciencia, gracias por copiarme como dicen en la calle, por atender las invitaciones a construir el futuro.
Y también, gracias a los empleadores y empresas, ya llegamos el mes pasado a más de 110.000 empleadores y empresas que creen en esta institución no solo como su caja de compensación, sino como su plataforma para consolidar clase media, Capitalismo Consciente y Desarrollo Regional.

Yo creo que, si nosotros tuviéramos que escoger de todos los desafíos que tiene nuestro país uno solo. Déjeme, yo les propongo uno que creo que puede tener sentido para muchos de ustedes, es el desafío de la confianza. Nosotros, los que trabajamos en Comfama tenemos la dicha, el privilegio, el honor de trabajar en una institución que se destaca en eso, en todos los estudios; también las universidades, debo decirlo, que son islas de confianza en un momento de tremenda desconfianza nacional. Los colombianos somos una de las sociedades, comparada con otros países del mundo que menos confiamos entre nosotros como ciudadanos, y que menos confiamos en las instituciones que dirigen nuestro destino. Entonces no sobra decir, gracias a mis compañeros, gracias a los empleadores, gracias por tanta confianza y sigámosla cultivando.
Hablemos un minuto del pasado, a veces uno olvida, bueno a mí no me tocó esto, pero lo he estudiado, a veces olvidamos el pasado y a veces lo idealizamos, yo creo que me parece muy importante hacernos una pregunta: ¿Qué está pasando en Colombia, en el mundo, en Antioquia? En el año 1954, cuando se funda esta institución. Recuerdan el Bogotazo año 1948, la violencia partidista que se desencadena, la crisis económica de la posguerra mundial, que afectaba de muchas maneras nuestro país, el surgimiento de las guerrillas en los Llanos orientales y en otras zonas del país, la dictadura militar de Rojas Pinilla, la censura de prensa, la posterior dictadura de la Junta militar, el nacimiento del Frente Nacional; para todos los que a veces caemos en el ciclo de la víctima y nos quejamos de nuestro país, para que hagamos una composición de lugar y entendamos que ha habido y siempre habrá momentos difíciles en la historia de las sociedades y de las organizaciones y de las familias. Pero a mí hay una cosa que me genera particular curiosidad, a veces quisiera haber estado aquí, en esta ciudad vivo, para observar las conversaciones que en esa misma década llena de retos y dificultades. Digamos de turbulencia global, turbulencia nacional, se sentaron y empezaron a construir futuro, instituciones, organizaciones, empresas. Ya en ese momento Antioquia era poco menos de casi la cuarta parte del PIB colombiano. En esta década de la que estoy hablando a pesar de todas las dificultades, el empleo industrial, que era el sello de nuestra ciudad en aquella época, se multiplicó por 3 veces, solo en una en una década; y una gente visionaria: empresarios, sindicalistas, líderes sociales de distintos orígenes y formas de pensar, le dieron origen, solo voy a mencionar cuatro me faltan un montón, pero le dieron origen a cuatro programas sociales, instituciones, organizaciones que todavía hoy admiramos profundamente en nuestra región.
La ANDI fue muy importante en esta historia, Alejandro. En el año 1954 nace esta Comfama que da origen a toda la compensación familiar en Colombia, que luego todo el resto del país y todos los departamentos se suman 3 años después, en el año 1957; en el año 1955 pasan dos cosas muy importantes, un año después por liderazgo de los empresarios de nuestra región, la municipalidad decide incorporar, juntar varias empresas de servicios públicos que teníamos y crear empresas públicas de Medellín. Uno de nuestros orgullos más grandes como región. Ese mismo año arranca la Fundación Pablo Tobón Uribe, se llamaba antes del hospital de la ANDI, de hecho. Y 5 años después, los mismos empresarios, los mismos líderes sociales, ayudan a crear la Universidad EAFIT una de las instituciones educativas más importantes de nuestra ciudad ¿Ustedes no creen que el espíritu de esa época nos vendría bastante bien ahora? Porque parafraseando a Savater, esta no era una gente que se pasaba la vida preguntándose qué iba a pasar, esta es la gente que se pasaba los días preguntándose qué había que hacer, para que pasara lo que tiene que pasar tanto en las empresas, como en la sociedad en general. Yo digo siempre que nosotros estamos construyendo sobre esa mentalidad visionaria de esa década, hoy dicen en inglés minds, esas personas con absoluto compromiso con la empresa, con el desarrollo económico y social y, al mismo tiempo, con una mentalidad global y al mismo tiempo, con la capacidad de atender las necesidades de su barrio y su pueblo de su ciudad de origen, Medellín.
Voy a poner el fast forward, como dicen en televisión, voy a poner el acelerador para decir que después de esa crisis, donde nacen estas instituciones y muchas otras organizaciones de nuestra región, no nos han faltado problemas, solo para mencionar la crisis del narcotráfico que nos impactó en los años 70, 80 y principios de los años 90. Recuerden el crecimiento de las guerrillas en todo el país, del cual esta región no estuvo exento y del paramilitarismo; en los años 90 fuimos la ciudad más peligrosa del mundo y comenzamos la década del 2000 como una ciudad segregada y para muchos inviable. ¿Qué pasaba aquí? Volvamos, hagamos esa salida, hagamos ese zoom y volvamos a qué pasaba aquí. En los años 70 surgen ProAntioquia y el Grupo Empresarial Antioqueño otras instituciones orgullo de esta región; en los años 90 surgió la Consejería para Medellín, muchísimas organizaciones sociales. Los sindicatos de esta región han sido fundamentales en nuestro desarrollo, Jorge y Jaime, se realiza el estudio Monitor para Medellín la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, que fue nuestra hoja de ruta de desarrollo económico por varias décadas y en el 2000 empieza a surgir una transformación urbana, cultural y educativa en esta ciudad que todos hemos evidenciado, una serie de gobiernos locales, con distintas maneras de ver el mundo, pero todos con una cosa en común: que no hay nada más importante que la construcción de valor social, desde la calle, desde el barrio y desde la familia.
Y lleguemos a hace dos años otra crisis, vamos de crisis en crisis, como como dice alguien, de derrota, en derrota hasta la victoria final. Valdría la pena dedicar unos segundos de silencio en nuestro corazón a las decenas de miles de personas, a los millones de personas que murieron en el mundo por la pandemia COVID- 19, a la cantidad de empresas que se acabaron para siempre, por la pandemia y sus consecuencias sociales y económicas. Solo en Antioquia llegamos a perder más de 100.000 empleos, solo en el mundo de lo formal. Y para colmo, el año pasado, como decía el vídeo, arrancamos llenos de esperanza y un golpe, dos o tres nos dicen pico de COVID, cierres, protestas ciudadanas y algunos nos sentimos a punto de perder la esperanza por esta convulsión social, por esta situación política y por esta desconfianza generalizada y polarización que hoy nos tiene en este momento, frente a una elección presidencial inédita, de la cual muchos nos preguntamos qué irá a ocurrir con el Gobierno colombiano.
Volvamos acá, ¿qué estaba pasando en Antioquia en esa crisis? Empresarios, líderes sociales, organizaciones culturales, primero aguantando y luego trabajando, ¿si nos juntamos el sector público, el social y el empresarial y nos dedicamos a aplicar las vacunas para poder tomar o retomar la reactivación económica, social, espiritual y cultural de nuestra región? Las empresas que trabajaron a toda máquina lograron este hito positivo que yo creo que fue la luz, para mí fue una de las luces del año 2021, en marzo del año pasado ya las empresas antioqueñas habían recuperado todos los empleos que se habían perdido durante la pandemia. Hoy lo miramos con Katherine Muñoz, ayer, cerrando el mes de marzo tenemos en Antioquia, esto no se dice tanto, no es un balance de Comfama, es un balance de todos nosotros; hoy en Antioquia tenemos 180.000 empleos formales más que en marzo del 2020 cuando arrancó la pandemia. Quisiera pedirles a ustedes unos segunditos para darle un aplauso a todos los empresarios de esta región que lucharon y aguantaron.
Y hablemos de Comfama, ¿qué estaba haciendo Comfama durante la pandemia?
Ayer estábamos viendo con el Consejo Directivo un breve resumen de qué fue lo que hizo esta institución, durante y para salir o ayudarle a la sociedad antioqueña a salir de esa crisis. Casi 220.000 millones de pesos invertidos, para los que preguntan para qué sirve la compensación familiar, 180.000 millones de pesos en subsidios de desempleo, de emergencia para familias que perdieron su empleo, debido al fenómeno de la pandemia. 300.000 servicios en nuestra red de amor, de cuidado y salud mental, personas atendidas que estaban pasando por un mal momento, familias en problemas, preocupaciones por todo lo que significó el año 20, significaron el año 20 y el año 21. Centros de salud especializados en el COVID, como vieron ahora el 17% de las vacunas de Antioquia las aplicó esta institución, mediante la alianza que tenemos con la EPS Sura. Miles y miles de créditos entregados para la emergencia, entregados a cero intereses por decisión del Consejo Directivo de esta institución, incluso tuvimos hasta subsidios, no todo se dice, tuvimos hasta subsidios de arriendo para familias que disminuían su ingreso, les ayudamos con el arriendo temporalmente. 220.000 millones de pesos, para cuidar, desde cuidar la vida, proteger la salud hasta cuidar el empleo y las empresas son el balance de esta institución, durante los dos años que marcaron la historia de nuestro país y del mundo alrededor de la pandemia de la COVID-19.
Pero no nos quedamos solo ahí, conteniendo problemas, ayudando a salir. Ya hablamos del pasado, estamos hablando del presente, hablemos del presente futurista, que es un planteamiento que nos gusta a nosotros en esta institución ¿Qué es el presente futurista? Es hacer cosas hoy que nos permiten ver por una ventanita como puede ser el futuro; hay muchas personas que en Colombia, en Antioquia, dicen que el sistema de salud es horrible, que no funciona, que es insostenible, que no atiende bien a la gente, pues la EPS de Sura y Comfama conjuntamente, estamos demostrando todos los días que el sistema de salud colombiano es bueno, que el sistema de salud colombiano, al menos en los usuarios que nosotros cuidamos con mucho orgullo, genera satisfacción, genera buenos indicadores de salud y además, es sostenible para los distintos actores que participamos en él.
Cuando hay gente que dice que se tiene que acabar el sistema de salud colombiano, nosotros estamos diciendo: venga, mejorémoslo, pero es un sistema de salud extraordinario que con 10 o 15 veces menos dinero de lo que funcionan los mejores sistemas de salud del mundo, hace más de lo que hacen ellos, los sistemas de salud de Europa occidental se gastan eso 10 a 15 veces más dinero por persona y no logran tener las prestaciones y el acceso a derechos que ofrecemos en Colombia y que ofrecemos dos instituciones como Comfama y Sura. Eso es un pensamiento futurista, nosotros creemos que el sistema de salud colombiano puede ser extraordinario y puede llegar, de hecho, lo estamos haciendo como lo pueden ver en nuestro informe, a todos los rincones de nuestra geografía, no solo las grandes ciudades, sino los municipios más pequeños. Ya estamos presentes en Urabá, en el Oriente y empezamos nuestra presencia en el Suroeste del departamento, esperamos poder llegar a todas las regiones de esta ciudad y probablemente a muchos otros lugares de Antioquia y de Colombia.
Por otro lado, hay gente que dice que la educación está estancada, que no hemos podido mejorar en calidad de la educación, que no hay manera de hacer buena educación o educación de buena calidad y nosotros tenemos dos ejemplos de cómo puede funcionar esa juntanza, esa alianza entre lo privado y lo público, entre lo privado y lo social, para construir educación de extraordinaria calidad.
Hace dos años les contamos que habíamos adquirido las acciones del CESDE, la mejor institución de educación técnica de esta ciudad, en ese entonces el CESDE tenía casi 8.000 estudiantes. Cerramos el año pasado con prácticamente 32.000 estudiantes, no solo el Valle Aburrá, sino que abrimos operaciones en Urabá, en el Suroeste y estamos ya a punto de abrir en el Oriente antioqueño y en otras regiones del departamento.
Abrimos una Escuela de Cuidado con técnica en enfermería, abrimos muchos programas asociados a la Cuarta Revolución Industrial y, también, abrimos programas en el mundo del Agrotek, que ahorita vimos en el desarrollo de las regiones. El CESDE es un ejemplo que se puede hacer, educación accesible, de buena calidad, que conecte técnica y humanismo. Y uno de nuestros hijos más queridos en el mundo de la educación, ya no técnica o terciaria sino básica y media, son los colegios Cosmo.
De mí se burlaban porque decían, que tan visionarios abrir un colegio en febrero del 2020 porque creo que duramos 25 días funcionando y después, nos tocó pasarnos a la virtualidad, pues aprendimos de eso, seguimos adelante. Luego abrimos cuatro colegios, ya vamos en 10 colegios 1.500 estudiantes, hubiéramos querido recibir más, se nos quedaron casi 3.000 familias haciendo fila para nuestros colegios y eso nos ha retado a que abramos y abramos más colegios en distintas zonas de esta región y probablemente de este país en los siguientes años. Esperamos llegar al año 2027 a más de 20.000 estudiantes y nos están llamando de muchísimas partes de este país y de otros lugares, incluso a decir que por qué no llevamos esta buena idea, este mensaje esperanzador de educación de buena calidad, que combina mente, cuerpo y espíritu, que conecta con el inglés y con las tecnologías, que permite que cada niño sea libremente lo que es y desarrolle su más auténtica personalidad, se descubra a sí mismo, que es el fin digamos último de la educación. Estamos trabajando para eso.

Otro pensamiento futurista, Comfama está planteando un modelo de hábitat tanto en el mundo de la vivienda de interés social, como en la vivienda accesible que es el rango de valor que sigue, que propone que la vivienda accesible y la vivienda de interés social no tienen que ser de mala calidad, ni tienen que estar lejos de todo, ni tienen que ser unas cajas de fósforos, que pueden ser apartamentos o casas dignas, bellas, que pueden ser parte de barrios increíbles o de veredas bien constituidas con servicios de comercio, de educación, de recreación, de cultura.
Nos sentimos muy orgullosos porque hace unos meses todos los ministros de Vivienda de América Latina escogieron uno de nuestros proyectos, esto es simbólico, porque todos son igual de chéveres, como el mejor proyecto desde la perspectiva de Sostenibilidad Social y Ambiental de Vivienda de América Latina: Jardines Comfama en Apartadó en Urabá (si no conocen los proyectos de vivienda Comfama queridos empresarios, los invitamos a visitarlos son extraordinarios).
Otro desafío futurista, hace 6 años una persona que conoce mucho este país, un servidor público extraordinario, que era ministro de trabajo, nos decía: jamás va a llegar la compensación familiar al campo porque el campo colombiano es pobre y violento, mientras no haya empresas formales y eso se va a demorar muchos años, no va a poder llegar la compensación familiar con toda su potencia a la ruralidad. Nosotros volteamos esa lógica y nos preguntamos: qué tal si llegamos y la gente ya nos está esperando y empiezan a afiliarse a la seguridad social, pues pasamos alrededor de 70.000 afiliados a cerca de 140.000 afiliados y vamos para 200.000.
Por aquí veía ahorita a Mauricio Pérez, el líder de regiones de Comfama, 97 de cada 100 empresas que se afilian hoy en día a Comfama en las regiones, en las zonas rurales del departamento, no estaban en la seguridad social, gente que se formalizó o que formalizaron sus empleos y ahora estamos súper entusiasmados porque vamos a recibir un proyecto de región que tiene muchos aliados públicos y privados, destacaría solo a ProAntioquia y los municipios de Valparaíso y Támesis, Biosuroeste. Será un ejemplo de cómo el sector público, el sector empresarial y el sector social podemos construir programas de desarrollo. La idea es que desde Biosuroeste se irradie desarrollo turístico y desarrollo agroindustrial regenerativo para todas las regiones del departamento, primero, por supuesto, la región del suroeste de Antioquia.
Y ese pensamiento futurista también plantea unos desafíos culturales. Nosotros hemos querido con cariño, con respeto, pero también con contundencia, decirle a las empresas y a los líderes de esta región y a nosotros como miembros de familias, de comunidades y de tribus que hay algunas formas de nuestro pensamiento, de nuestra mentalidad, de las que hablaba ahorita de los últimos 60 y 70 años que tienen mucho valor hoy, pero hay otras que no. Entonces, simplemente quiero destacar tres programas que tienen que ver con ese planteamiento de que escojamos lo mejor de nuestra cultura y llevémoslo adelante, y dejemos atrás lo que ya no funciona. Dos tienen que ver con el presente, el futuro y la capacidad de las mujeres. Uno lo presentamos ahí, es nuestro orgullo de decir que en el mundo solo hay tres subsidios de menstruación, uno en Nueva Zelanda, uno en Escocia y otro en Colombia, aquí en Comfama sabemos que no vamos a acabar con la pobreza menstrual y el que no sepa qué es la pobreza menstrual ahorita busca en Google que va a aprender un montón, pero sí estamos mandando una señal y diciendo: esto es importante, no se pueden quedar millones de niñas fuera del colegio de cuenta de una falta de acceso a productos de higiene menstrual y un problema de educación menstrual tanto en ellas como en sus familias, hombres y mujeres.
Gracias Juana por hacer todo para que eso ocurriera, Juana Botero.
Y el programa de Mujeres Líderes que con ProAntioquia y con muchas otras instituciones dijimos, es que no podemos seguir aceptando que las organizaciones de todo tipo y nivel estén lideradas solo por hombres o que los hombres tengamos una inmensa mayoría en el espacio de liderazgo. Queremos romper ese techo de cristal, quisimos dar ejemplo y por eso el Foro de Estrategia y Liderazgo tiene el 57% de participación de mujeres; y una más, en un momento en que una parte del país, tanto empresarial como político estaba hablando de una manera no muy amorosa de los jóvenes que marchaban en las calles, nosotros dijimos: ¿y qué tal si los escuchamos?, ¿y qué tal si los entendemos?, ¿y qué tal si los acogemos?, ¿qué tal si nos volvemos lugares extraordinarios para que ellos desarrollen su proyecto de vida y florezcan como individuos? Arrancamos el proyecto de Empresa Joven de Comfama que busca que todas las organizaciones de nuestra región entiendan el valor de la juventud, cómo ha cambiado su manera de ver el mundo y nos volvamos lugares extraordinarios para que los jóvenes trabajen. A nosotros en Comfama nos están devolviendo con cariño y con confianza esa invitación.
Cuando yo llegué aquí hace 6 años y esta es una institución que siempre ha sido muy querida, muy bien manejada y muy valiosa, por cada proceso de selección que abríamos se presentaban alrededor de tres personas, en el año 2016 se presentaron alrededor de 2.000, 2.500 personas a nuestros procesos de selección. El año pasado nos llegaron 129.000 hojas de vida a Comfama de gente que dice, las empresas como ustedes nos inspiran, las empresas como ustedes nos atraen.
Pero luego de hablar de ese pensamiento futurista, posibilista, como decimos a veces esa visión positiva del futuro, llega la hora de hacerles una invitación: no hay duda de que estamos en un momento de turbulencia en Colombia, no hay duda de que hay angustia y tensión, lo que Estanislao Zuleta llamaba la angustia de la democracia, diría yo. Pero la propuesta que les queremos hacer desde Comfama es que no nos quedemos quietos, que no paremos de crear, que no esperemos a que nadie nos resuelva los problemas, ni nos salve desde el sector público, siendo importantísimo lo que pasa en el sector público y los Gobiernos, por supuesto que hay que participar, pero la invitación nuestra es: ¿y por qué no creamos más empresas?, ¿por qué no fundamos las instituciones?, ¿por qué no lanzamos más proyectos sociales? Qué tal si este ejercicio de la esperanza que nos hemos propuesto, que comienza como decía Perla, por hablar bonito, por ponerle un valor estético, profundo a todo lo que hacemos y decimos, también tenga mucho de hacer bonito o hacer el bien.
Yo les confieso que cuando planeaba estas palabras y pensaba en esa gente de los años 50 decía, nosotros somos unos enanitos al lado, pues chiquiticos, qué pena la palabra políticamente incorrecta, somos chiquiticos al lado de esos seres humanos que nos lideraban hace 68 años. Pero yo me imagino que ellos tampoco se imaginaban que las cosas que habían sembrado en pequeño iban a terminar siendo lo que son. En una de las primeras actas de constitución de esta entidad, que reposa en el archivo de la ANDI, Alejandro, aquí está el Gerente Seccional de la ANDI que es miembro de nuestro Consejo, decía que ellos creían que una Caja de Compensación se podía manejar con un par de personas en la oficina de la ANDI y con un director de medio tiempo, pero para mí eso es un desafío, pero yo creo que esas personas nunca se imaginarán el tamaño de esta institución que, ustedes vieron ahora, representaba unas importantes cifras financieras en cobertura. Más de cuatro millones de personas recibieron nuestros servicios en un año como el año 2021. Tal vez la clave está en no preocuparse tanto por qué es lo que va a pasar, sino como citaba yo ahorita mal citado a Savater, por preguntarnos qué es lo que tenemos que hacer para que pase lo que tiene que pasar.
Pablo d´Ors, un sacerdote católico y filósofo español maravilloso, decía en una de sus conferencias el año pasado, que los seres humanos solo somos felices cuando creamos ¿No les parece potente esa idea?
Y eso es lo que les queremos proponer nosotros, que seamos felices creando, que sigamos construyendo juntos, que a Comfama le propongan todos los días proyectos que podemos hacer por el bien de las comunidades, los trabajadores, el desarrollo de las empresas en esta región y probablemente en otras de Colombia más adelante. No solo en nuestro papel de Caja de Compensación, sino de nuestro papel de empresa social, que va más allá de la Caja de Compensación. Tal vez, como le oía a alguien esta semana, no se trata de ganar siempre, si no se trata de no morir jamás, pensando en mi querido amigo, en nuestro querido amigo que partió ayer. Tal vez se trata de todas las mañanas, todos los años, todos los veranos aprender a retoñar.