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Un favor a la vez: el poder de los actos voluntarios

En un mundo veloz de tecnologías y redes sociales es revolucionario hacer favores de manera desinteresada y con empatía.

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Un favor a la vez: el poder de los actos voluntarios

Somos lo que somos por los viejos que nos educaron, nos dieron consejos y nos ayudaron a levantar”, con esta frase Santiago Jaramillo cuenta la razón por la que creó Un viejo favor.

¿Pero qué es Un viejo favor? El día en que el gobierno nacional decretó el encierro obligatorio por la COVID-19, Santiago le preguntó a su esposa, quien estaba en embarazo en ese momento: ¿Oíste amor, qué va a pasar con las personas adultas o enfermas que no van a poder salir a hacer sus vueltas? Y de inmediato dijo: ¡tenemos que hacer algo! En esa misma semana, creó en Instagram Un viejo favor, una estrategia para ayudar a personas que por solas o por carecer de recursos no pueden cumplir sus necesidades.

La idea se difundió en redes sociales y en medios de comunicación y en esa misma semana, es decir, en marzo del 2020, el grupo Belisario (una empresa de entretenimiento de Medellín) contactó a Santiago y el primer favor que hizo consistió en llevar alimentos de restaurantes de El Poblado a un hogar de personas mayores ubicado en Belén: “Usted no se imagina la cara de esas personas cuando yo llegué” relata Santiago, quien emocionado de ver que las personas recibían una ayuda, comenzó a hacer favores con más motivación. Entregó mercados, acompañó a personas con movilidad reducida a hacer trámites, consiguió medicamentos para enfermos, apoyó a cuidadores cuando lo necesitaban, aportó los pasajes para alguien que no tenía cómo salir de su casa, entre otros. Cada favor llevaba este mensaje: “Cuentas conmigo”.

De hecho, eso lo sintió Marinela Sierra, quien contactó a Un viejo favor desde el barrio La Cruz la rosa, nororiente de Medellín, para que le ayudara a conseguir alimentos y un celular nuevo, debido a que por ese medio se comunicaba todos los días con personal de salud, quienes la guiaban en el cuidado de Manuela, su hija de diez años que padece parálisis cerebral. “Es un ángel terrenal, cuando lo necesité me ayudó con el celular y un mercado muy completo, yo no puedo trabajar porque debo estar al cuidado de mi hija y esa ayuda significó mucho, me acompañó en ese momento en que tanto la necesité porque mi esposo no tenía trabajo estable y yo estaba desconectada” cuenta Marinela.

A la causa de Santiago, que se hizo viral en redes sociales, se han unido empresas y ciudadanía, una red de favores que ya completa 200 voluntarios y voluntarias, personas convencidas de la idea por la que nació Un viejo favor. Desde el 2020 hasta la fecha, Un viejo favor ha hecho 4.239 favores y ha impactado a más de 7 mil personas. Santiago no recibe retribución monetaria, lo único que recibe es la gratificación y las sonrisas de quienes reciben los favores.

En Colombia, según datos del Departamento administrativo nacional de estadística (DANE), en los últimos 15 años ha crecido en un 7% (siete de cada 10), es decir, cerca de 2,6 millones de personas viven solas en el país y la mayoría corresponde a hombres. Esta cifra, además de evidenciar una problemática, nos enfrenta a una pregunta: ¿Hace cuánto no haces un favor a alguien que lo necesita?

El ABC de la solución

Si vives o conoces una comunidad en la que las personas estén padeciendo de soledad o de no poder realizar sus actividades cotidianas y quieres ayudar a solucionar esa situación puedes:

  • Identificar en tu barrio con tus vecinos y familiares quiénes necesitan un favor.

  • Escuchar con empatía y poner en práctica el relacionamiento con humanidad y compasión.

  • Crear un grupo de whatsapp al que puedas invitar a otras y otros voluntarios.

  • Definir unas reglas o parámetros de los favores que se hacen y de los que no.

Puedes aliarte con Un viejo favor en caso de que necesites. En Instagram: @unviejofavor