#YoDecido: una conversación alrededor de las violencias basadas en género
09 de Diciembre 2020
Como organización consciente, nos declaramos garantes de la diversidad y de la no discriminación. Estamos convencidos de que nuestras diferencias enriquecen los espacios que compartimos, y que promover su libre expresión es el primer paso para la construcción de una sociedad más equitativa.
Bajo esa premisa, el 25 de noviembre, y a propósito del Día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, le presentamos a nuestra comunidad de idealistas nuestro Compromiso y protocolo de violencias basadas en género.
Para celebrarlo, tuvimos una conversación con Natalia Velásquez Osorio, secretaria de las mujeres de la Gobernación de Antioquia, Hernando Muñoz Sánchez, activista, docente y doctor en Género, y Laura Gallego Moscoso, directora de Desarrollo económico de Proantioquia. Del encuentro, moderado por María Luisa Zapata, responsable de Gerencia Social y relaciones internacionales en Comfama, nos quedaron varios retos e ideas para continuar el camino hacia la eliminación de toda forma de violencia contra mujeres y niñas. ¿Te sumas a esta conversación?
¿Qué son las violencias basadas en género?
Hernando lo explicó con un ejemplo muy cotidiano. ¿Alguna vez has escuchado frases como “eso no es una profesión para mujeres” o “los hombres son violentos por naturaleza”? Seguro que sí. Todos esos encasillamientos, esos roles asignados, perpetúan una serie de aspectos que ubican al hombre en una jerarquía superior a la mujer.
“Las violencias basadas en género son todo tipo de discriminación, censura o rotulación en donde las mujeres, por el solo hecho de serlo, son inferiores a los hombres”, amplía Hernando. “Son imaginarios sociales que mantienen las desigualdades”.
¿Cómo se manifiestan? Estas son algunas cifras oficiales
La Secretaría de las Mujeres de la Gobernación de Antioquia tiene un Observatorio de asuntos de mujer y género, a través del cual recopilan distintas fuentes para entender esta problemática.
Estas son algunas de las cifras que Natalia compartió en la conversación, tomadas de la Policía Nacional en el periodo del primero de enero al 31 de octubre:
En Antioquia se han presentado 121 asesinatos de mujeres, de los cuales 16 fueron tipificados como feminicidio.
Se han presentado más de 12.000 casos de violencia intrafamiliar. De ellos, más del 76% son contra mujeres.
El departamento registró 6.000 casos de violencia sexual. El 84% de ellos fueron contra mujeres, y se concentraron en el Valle de Aburrá. Con un 64%.
En subregiones como Bajo Cauca, el conflicto armado afecta de forma distinta a las mujeres, pues son vistas como botines de guerra y esto perpetúa el conflicto.
Los retos y responsabilidades de las organizaciones
Para Laura, el 2020 ha puesto en evidencia la importancia de que las empresas se comprometan con la equidad de género: “en el sector privado hemos trabajado en ese falso dilema que separa la vida laboral de la personal, pues este año buena parte de la vida laboral se ha gestado y desarrollado en los hogares”.
En ese sentido, el reto para las empresas es realizar acciones puntuales para garantizar entornos no sexistas, garantes de la diversidad y el respeto por las diferencias. Las empresas pueden ser escenarios en donde entendamos la carga que suponen los estereotipos de género dentro de ellas, pero también en los hogares.
Otro de los aspectos que cambian cuando dejamos de ver el hogar y el trabajo de formas tan apartadas, es que entendemos, en palabras de Hernando, que “los trapos sucios ya no se lavan en casa. Han salido a otras esferas y, en ese sentido, la lavadora tiene que estar en la empresa, en la sociedad y en todos los espacios que habitemos los seres humanos. Ahí hay una gran responsabilidad de las organizaciones”, explica.
Entonces, ¿por dónde podemos empezar?
1. Partiendo de una autoreflexión y autocrítica. “Hay asuntos muy íntimos e individuales en donde vemos resistencias por entender estas violencias”, dice Natalia. “Entonces nos corresponde preguntarnos qué actitudes tenemos frente a las violencias de género. ¿Son de indulgencia, de apatía? ¿Qué tan machistas o sexistas somos?”.
2. Reevaluando nuestras relaciones cercanas. ¿Cómo nos dirigimos a nuestra pareja o a nuestra familia? ¿Reproducimos roles de género en el proceso? Aquí, Hernando hace hincapié en la importancia de que los hombres también se piensen: “de nada nos sirve tener una mujer empoderada que llegue a casa donde un hombre que nunca se han pensado y siguen pensando que son superiores”, amplía.
3. Construyendo desde el entorno empresarial. ¿Cómo nos dirigimos a empleados y compañeros para entender que es un tema que nos compete a todos? Nos corresponde, a las empresas, crear entornos propicios, de políticas, protocolos y acciones afirmativas.
Laura diferencia estas acciones de la discriminación positiva, pues parte del reconocimiento de una desigualdad entre hombres y mujeres. “Necesitamos compromisos que ayuden a equilibrar la balanza”, comenta. “Que las empresas ayuden a que hayan más mujeres en cargos directivos, en la agroindustria, en la tecnología, en sectores de alta productividad a los que, por la carga del cuidado y la administración del hogar, muchas mujeres no han podido participar”.
Te invitamos a revivir esta conversación y a decir #YoDecido promover ambientes libres de estereotipos, en donde todas y todos podamos ejercer nuestras libertades.