¿Las mujeres tienen mayor aversión al riesgo que los hombres?
27 de Marzo 2022
Aunque no te des cuenta, cada decisión que tomas en tu día a día tiene que ver con la gestión de riesgos. Transportarte en metro o en bus, trabajar en casa o ir a la oficina, visitar un destino turístico internacional o uno local son solo algunos ejemplos.
Si es un asunto tan natural, ¿por qué las mujeres cargan con el prejuicio de ser poco arriesgadas? ¿Qué implicaciones trae esta idea al mundo laboral femenino?
Para conocer un poco más sobre este sesgo, sus implicaciones en el mercado laboral actual y cómo podemos derrumbarlo, en el tercer episodio de Mujeres Líderes conversamos con dos invitadas que tienen una amplia trayectoria en el mercado asegurador.
Se trata de Ana María Salazar Giraldo, mamá e ingeniera de producción, que ha trabajado durante 15 años en Sura y hoy es su líder de Empresas. Y Ana Patricia Giraldo Moreno, madre y esposa, con 26 años de experiencia en este sector y que hoy es líder de Risk Management & Large Client Practice para Latinoamérica y el Caribe en Marsh.
La idea de que los hombres están más inclinados a correr riesgos que las mujeres se ha replicado durante décadas en escenarios empresariales. Aunque parezca obsoleto es un sesgo imperante que, además, está respaldado por algunos estudios científicos.
Sin embargo, expertos como Doug Sunheim, consultor y autor del libro Taking Smart Risks, afirman que las mujeres asumen tantos riesgos como los hombres, el problema es que históricamente la toma de decisiones arriesgadas se ha investigado de una manera tan restringida que sesga nuestra percepción.
Esto quiere decir que la mayoría esos estudios definen el riesgo solo en términos financieros y biológicos, y no consideran situaciones como el acto de defender lo que es justo frente a la oposición o tomar el camino ético cuando hay presiones para hacer lo contrario, dos decisiones riesgosas que las mujeres sí suelen tomar.
¿Por qué es importante hablar sobre este sesgo?
El imaginario colectivo de apuntar a que las mujeres son poco arriesgadas, especialmente al momento de tomar decisiones importantes, ha afectado y sigue disminuyendo las posibilidades de crecimiento profesional femenino en ciertos entornos laborales.
Analizar lo que hay detrás de este sesgo podría ayudarnos a entender problemas persistentes como las brechas salariales entre géneros y su baja participación en cargos directivos o en posiciones de poder.
¿La aversión al riesgo es mala?
Gestionar riesgos es un acto tan natural que está relacionado con todas las acciones que ejecutamos en nuestro día a día. Cada vez que tomamos una decisión en lugar de otra, por simple que parezca, lo que hacemos es mitigar los posibles impactos positivos o negativos derivados de esa elección.
Así como en la vida cotidiana, no asumir ciertos riesgos —o tener aversión a ellos — tampoco debería ser mal visto en contextos laborales donde muchas veces es incluso una característica deseable. Es el caso de algunas profesiones en las que es muy importante tener personas calculadoras, como en la industria petrolera que ha estado muy expuesta y donde la gestión de estos debería ser meticulosa.
Con esta conversación hacemos un llamado a la inclusión, a la diversidad que no es solamente de hombres y mujeres sino de formas de pensar y de culturas que confluyan en las industrias para enriquecer sus resultados.
Te invitamos a la escucha, al aprendizaje y a la inspiración.
Guía de escucha:
00:00: Introducción por Paula Restrepo, Responsable de Personas y Familias en Comfama.
02:39: ¿Qué significa aversión al riesgo?
03:12: Después de estar 26 años en el mercado asegurador, ¿has evidenciado que las mujeres tienen mayor aversión al riesgo que los hombres?
05:05: Ejemplos que demuestran que las mujeres no son adversas al riesgo.
07:58: ¿Este sesgo tiene que ver con los techos de cristal?
11:07: Recomendaciones para derrumbar este sesgo.