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Mujeres Líderes: reconocer y romper las barreras para las mujeres en el mercado laboral

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Mujeres Líderes: reconocer y romper las barreras para las mujeres en el mercado laboral

Los roles en función del sexo dificultan el acceso de la mujer a un trabajo remunerado y a un cargo de poder, en parte, por aquel pensamiento de que resulta más complejo para la mujer conciliar su vida personal y laboral. De acuerdo con un estudio de la multinacional Odgers Berndtson, las mujeres alrededor del mundo solo ocupan el 19 % de los cargos de liderazgo en las organizaciones; además, según el DANE, la brecha salarial media en el país entre hombres y mujeres es de 12.9 %. 

Laura Gallego, directora de desarrollo económico y social en Fundación Proantioquia, abre este nuevo encuentro de Mujeres Líderes reconociendo que el mercado laboral juega un papel esencial en la creación de estereotipos y brechas de género, asignando menor valor al trabajo de las mujeres, el cual además se vio fuertemente afectado con la llegada del COVID-19. 

En este conversatorio abordamos distintos puntos clave para entender la brecha de género en las organizaciones, donde los estereotipos, labores del cuidado y segregación ocupacional acrecientan la desigualdad, enfrentando a las mujeres a condiciones de trabajo menos favorables en comparación con los hombres. 

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¿Cómo la pandemia y las labores del cuidado fomentan la brecha laboral? 

Para enero de 2020 en América Latina se vislumbraban algunos avances en pro de derrumbar barreras de participación laboral, como por ejemplo la brecha salarial. Sin embargo, la llegada de la pandemia ralentizó aquellos avances e, incluso, provocó retrocesos. 

De acuerdo con Diana Espinosa, oficial de programa en ONU Colombia, la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral había aumentado de 46 % a 54 % aproximadamente. Sin embargo, con la gran cantidad de empleos que se perdieron a raíz de la pandemia, donde las mujeres fueron la población más afectada, esa cifra disminuyó sustancialmente. 

Según cifras entregadas por el DANEentre marzo y mayo de 2021 “el 39.9 % del total de la población en edad de trabajar se encontraba inactiva. Desagregado por sexo, para los hombres esta proporción fue de 28.2 % y para las mujeres fue de 51 %”. Además, debido a los estereotipos y roles de género, las mujeres son quienes dedican actualmente más tiempo a los cuidados del hogar sin recibir remuneración económica. 

Según Laura, la jornada laboral de una mujer promedio en Colombia es de 14 horas, dos horas más que los hombres, dedicando la mitad del tiempo a las responsabilidades del hogar; es decir, nos pagan menos, pero trabajamos más. Por su parte, Diana asegura que “en una semana las mujeres dedican 50 horas y 38 minutos al trabajo no remunerado, mientras los hombres dedican 23 horas y 55 minutos, es decir, tienen la mitad de la carga de labores del cuidado". 

El trabajo de cuidado no remunerado suele ser una carga desproporcionada para las mujeres que dificulta su participación en el ámbito educativo y laboral. Por eso no resulta extraño que las mujeres busquen empleos flexibles que les brinden mayor comodidad y balance para su vida, mientras las empresas, basadas en aquella premisa, fomentan la segregación ocupacional, donde gran cantidad de mujeres desempeñan cargos relacionados con los servicios comunales, de alimentación, empleo doméstico, entre otros. 

Para María Victoria Riaño, expresidente de Equion, uno de los grandes beneficios que ha traído la pandemia es el trabajo desde casa, una modalidad que ya habían implementado anteriormente en Equion dando la posibilidad de dividir el tiempo laboral entre la oficina y el hogar. 

Aquella flexibilidad dio grandes frutos, los resultados demostraron un gran compromiso por parte de los colaboradores como agradecimiento por poder disfrutar más tiempo en familia. “Estas flexibilidades las podemos dar desde todas las empresas con horarios y turnos, entendiendo que nosotros como empresarios también somos responsables de una familia. Y no es solo para las mujeres, también para los hombres”, afirma María Victoria.  

Así como es importante entender que las labores de cuidado no son responsabilidad única y exclusivamente de las mujeres, también resulta vital reconocer que los hombres, al igual que las mujeres, merecen tiempo prudente para compartir con su tribu, para el descanso y el ocio.

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¿Cómo podemos lograr un cambio significativo? 

Además de brindar mayor flexibilidad a los colaboradores, para Diana Espinosa existen distintas maneras de disminuir la brecha de género en el ámbito laboral. Dejar de asignar tareas o responsabilidades de acuerdo al género, evitar la publicidad sexista, realizar compras locales y responsables con mujeres como proveedores y aliarse con organizaciones conscientes para trabajar sobre este tema de agenda son solo algunas de las muchas opciones que existen. 

Por otro lado, para María Victoria resulta también vital generar cambios internos donde, como mujeres, entendamos que no debemos tener control sobre todo. Es entonces importante soltar y repartir responsabilidades que nos lleven, tanto a las mujeres y hombres, a encontrar un equilibrio saludable. 

Un trabajador feliz y tranquilo, que vive en armonía con su trabajo y su familia, es fundamental para una compañía, pues ese balance ideal se ve reflejado en su bienestar y en su productividad. 

Desde Mujeres Líderes queremos aportar a la eliminación de sesgos y a la implementación de estrategias conscientes dentro de las organizaciones al crear comunidad y modelos de conducta que transformen la mentalidad de las personas y empresas para alcanzar finalmente una equidad de género.