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Aprendizajes y logros durante el paso de Catalina y Maritza por Mujeres Líderes

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Aprendizajes y logros durante el paso de Catalina y Maritza por Mujeres Líderes
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“Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”. Indira Gandhi. 

Han pasado varios meses desde que dimos inicio a un viaje inspirador, cargado de aprendizajes y encuentros por y para mujeres. Un programa que contó con la participación de 56 mentoras y 60 aprendices, quienes, juntas, abrieron nuevos caminos y posibilidades para reconocer y abrazar su talento a la hora de ejercer cargos de liderazgo. 

Mujeres Líderes abrió la puerta a conversaciones incómodas para entender y repensar el rol de la mujer en cada ámbito cotidiano, con la intención de entender nuestras capacidades y trabajar de la mano para construir una sociedad más justa y equitativa, comenzando desde los entornos laborales. 

Maritza Garzón, mentora del programa, gerente general de Emtelco y miembro de la junta directiva de Mujeres TIC, conversó con Catalina Uribe, directora de planeación financiera y tesorería de ISA Intercolombia y aprendiz del programa, sobre aquellos aprendizajes y logros que les dejó su paso por Mujeres Líderes. 

Mentorías para la construcción colectiva 

Catalina es mamá, esposa y mujer líder. A lo largo de su trayectoria profesional, ha tenido la oportunidad de trabajar en distintas áreas de mercado, ejerciendo cargos directivos desde hace doce años. Su principal motivación para hacer parte del programa fue conocer las vivencias de otras mujeres en cargos de liderazgo dentro de importantes empresas, para, a través de la conexión y el encuentro, aprender e inspirarse para su crecimiento personal y profesional. 

Por su parte, Maritza ha enfrentado, al igual que muchas otras mujeres, distintos obstáculos para lograr escalar dentro de las estructuras organizacionales de las empresas. Sin embargo, cuando comenzó a crecer profesionalmente, los sesgos y roles de género la llevaron a pensar que, más allá de mérito propio, se trataba de suerte. 

“Yo creo que hasta me llegué a autosabotear, llegué a exigirme mucho más que a los otros miembros del equipo y permanentemente cargaba con más responsabilidad”, afirma. Solo con el paso del tiempo y el reconocimiento a su buen desempeño por parte de algunos mentores y compañeros de trabajo, comenzó a crear consciencia de su sobreesfuerzo y a preguntarse por cuál era su propósito. 

Con la intención de compartir e inspirar a otras mujeres con sus experiencias, éxitos y retos a lo largo de su vida profesional, Maritza accedió al programa Mujeres Líderes en calidad mentora, donde acompañó de cerca el proceso de Catalina. 

“Todo comienza en entender que, si nosotros logramos empoderar a una mujer, transformamos también a una comunidad. Esa capacidad de nosotras de ser verdaderamente empáticas, de encontrar el lado humano en un ámbito como el laboral y la pasión que podemos ponerle a las cosas y la persistencia, a pesar de las dificultades, el dolor o la frustración, hacen que nosotras las mujeres seamos un ejemplo que muchos quieren seguir y replicar”. 

Gracias a su paso por el programa y el acompañamiento de Maritza, Catalina afirma que ha aprendido a identificar y reflexionar sobre algunos sesgos que tenía, como la baja posibilidad de las mujeres para acceder a cargos de liderazgo, la dificultad que representa conciliar la vida familiar y laboral, y el estilo de liderazgo que debe llevar para ejercer como directiva de forma exitosa. 

Los espacios de mentoría han logrado generar un cambio en las prácticas cotidianas de Catalina, llevándola a definir su agenda de trabajo, separar espacios que le permitan organizar mejor su tiempo, pensar de manera estratégica y tratar de dejar un legado en las personas con las que comparte dentro de la organización. 

“En este momento me siento mucho más empoderada y, a raíz de eso, me gustaría que otras personas también recibieran la invitación y piensen cómo, a través de ese testimonio de lo que he vivido estos meses, se sientan identificadas y podrían lograr ese mismo proceso de cambio”. 

En este diálogo de aprendizajes y logros, te invitamos a reconocer tu potencial y el de las mujeres que te rodean.