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¿Ahorrar? Por su puesto: ¡empecemos desde jóvenes!

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¿Ahorrar? Por su puesto: ¡empecemos desde jóvenes!

Fue en el 2016, cuando comenzó a trabajar en Comfama, que Mile Johana Peña se trazó dos metas: estudiar un posgrado y comprar su propia casa. Siempre lo había soñado y al encontrar un trabajo estable lo visualizó. Cuatro años después es especialista en Gerencia del talento humano y hoy cuenta con vivienda propia.

¿Cómo lo logro? “Ahorrando”, lo explica en sus propias palabras y asegura que adquirió ese hábito cuando empezó su vida profesional, incluso antes de graduarse de su pregrado. También afirma que las cesantías fueron de gran ayuda para lograr sus objetivos.

Yo ahorraba de mi salario y cuando veía que me hacía falta plata, usaba las cesantías. Lo bueno de las cesantías es que solo se pueden utilizar para estudio y vivienda entonces son literalmente un ahorro con propósito.

Si bien para su especialización necesitaba una buena cantidad de recursos, lo que le implicó ser muy ordenada con sus finanzas, en el momento que decidió que quería comprar una casa, el hábito de ahorrar se hizo más latente en su cotidianidad. Averiguó y para acceder a un crédito de vivienda usada necesitaba tener como mínimo el 20% del valor del crédito y con un ahorro programado pudo hacerlo.

El dinero se lo “descontaban” de su salario, por lo que sabía que no “contaba” con esa plata mensual y en cuestión de casi dos años tenía el monto necesario para acceder a esta alternativa. Actualmente, todas sus cesantías están “comprometidas” para el crédito, lo que hace que las cuotas mensuales disminuyan.

Desde que uno tenga consciencia del fin de las cesantías es un apoyo muy grande para cumplir las metas.

Si bien Mile afirma que usualmente ahorra para propósitos específicos, asegura que este hábito le ha permitido suplir necesidades que no tiene previstas. Por ejemplo, Sammy, una de sus tres mascotas está enferma y gracias a sus ahorros es que ha podido pagar, junto con sus hermanas, las consultas en el veterinario y demás procedimientos.

En algún momento pensó que por adquirir una deuda “grande” para comprar su apartamento, iba a tener que dejar de ahorrar; no obstante, esto le ha servido para ser mucho más responsable con sus ingresos y afirma que sigue ahorrando quincenalmente sin falta.

Para un viaje, hacer mejoras en su hogar, para comprar un computador. Sabe que este hábito le ha traído grandes beneficios y lo seguirá aplicando.

¿Cuáles son tus propósitos?

En ocasiones resulta complicado hacerlo, pero ahorrar es saludable para nuestras finanzas. Una emergencia, un gasto con el que no contábamos o para llevar a cabo esas metas que tenemos en nuestra vida.

Yaned Hernández, responsable de Oportunidades Financieras en Comfama asegura que la juventud es la etapa perfecta para empezar a “desarrollar un hábito de ahorro constante y preparar un fondo para situaciones inesperadas como la pérdida de empleo, la disminución de ingresos, un tema de salud o cualquier otro evento. También para iniciar el ahorro con propósitos de corto plazo como la educación y los viajes, hasta otros temas de largo alcance como la compra de una vivienda o la pensión”.

Ahorrar para cumplir tus metas

Sea a través de tus cesantías o con ahorros programados, son muchas las alternativas que puedes obtener al momento de tomar una consciencia frente a este hábito. Por ejemplo, con Protección encuentras diferentes planes y métodos que se pueden ajustar a tus necesidades y que serán una inversión para tu futuro.

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