Las mipymes son un grupo de empresas con mucha relevancia en la construcción de tejido en el país, y no solo a nivel de productividad, sino social. Se conforma por tres tipos de empresas que representan el 96 % de establecimientos en el país, los cuales reflejan más de 65 % del empleo, también que tiene el 45 % de la producción manufacturera, más del 45 % de los salarios. Además, integran, de manera funcional su operación dentro de los 4 principales centros productivos del país: Cundinamarca, Antioquia, Valle y Atlántico.
Por otro lado, son empresas que se encuentran presentes en sectores de gran relevancia como la producción industrial, petroquímica, manufactura y construcción. Sectores donde generan transformación y magia, y donde aportan con alimentos, tejidos, cuero, calzado, muebles y madera, textiles, artes gráficas, plásticos, químicos, productos metalúrgicos, auto partes y minerales no metálicos.
Para Comfama es muy importante acompañar a estas empresas en sus procesos de transformación. En este caso, hablando de la importancia que tiene la educación para las mipymes en la construcción de sus metas y bienestar para sus empleados. Por eso, Jorge Roldán, Responsable Mipymes de Comfama, nos responde unas preguntas acerca de este tema:

¿Por qué las mipymes deben apostarle a la educación?
Hay varias razones fundamentales. Una de ellas es la aceleración en cuanto a los procesos, la reingeniería y la revolución que estamos teniendo a nivel digital que, más que obligarnos, nos invita a encontrar en la educación, formación y profundización de nuevos conceptos, una herramienta que garantice la velocidad y la continuidad en los procesos.
Si bien las mipymes tienen retos muy grandes desde los procesos productivos, desde la sostenibilidad a nivel financiero y desde la apertura del mercado, básicamente son unidades que, compuestas por seres humanos, deberían garantizar una navegación permanente en temas de educación.
Los retos de las micros, pequeñas y medianas empresas están alrededor de la evolución en su desempeño, en el alcance de llegar a nuevos mercados, en mejorar la oferta de valor, y para lograrlo tienen que garantizar un desarrollo continuo en el conocimiento que los ayude a crecer y mejore, a su vez, el bienestar de sus empleados, y la educación es la puerta.
¿Qué ganan como empresa cuando le brindan formación y nuevos conocimientos a sus empleados?
Una empresa que pertenezca al segmento mipymes gana mucho porque básicamente está incrementando y dándole valor a uno de los elementos más valiosos que tiene dentro de la operación y que es su gente. En el corto, mediano y largo plazo irá viendo menores brechas en cuanto al desempeño individual de las personas inmersas en su negocio. Además, es probable que eviten la fuga de talentos, que garanticen competitividad, que la rentabilidad mejore y que la liquidez se adhiera a los resultados que la empresa pretende en el corto y mediano plazo.
Más que una obligación es una responsabilidad que la empresa garantice este tipo de procesos. Sin duda las ganancias se verán reflejadas en términos de desempeño y de satisfacción por parte de su mano de obra que continuará en el tiempo.
¿Qué ganan los empleados cuando su empresa se preocupan por su formación? ¿Cómo se lo retribuyen?
Muchas veces pensamos que es el empleado o colaborador el único que recibe el beneficio de la formación que la empresa le brinda, pero lo más importante es pensar en cómo ese empleado termina infiriendo en su grupo de interés cercano: su barrio, sus amigos, su familia, etc. Un colaborador bien formado tiene un tejido humano mucho más benéfico, constructivo y noble para la sociedad, y los primeros testigos de esa ganancia que adquirió son sus seres cercanos, sus colegas dentro de la empresa que van a empezar a observar diferencias notorias que pueden cambiar, no solo la realidad individual, sino el clima cercano.
¿Cómo lo retribuyen? Con construcción de valor, ¿en qué?, mejorando los procesos, en la relación con su estructura laboral y en la transformación que logre aportar a su misma empresa. La educación termina generando un beneficio mutuo, tanto para la empresa como su empleado.
Las ramas del conocimiento son infinitas, ¿a qué tipo de formación deben apostarle las mipymes para que sea de verdadero valor?
Hay varios elementos vitales, el primero es que la transformación dentro de un ecosistema empresarial lleva tiempo, no es una etapa de la empresa que deba llevar afán, eso sí, debe tener una ruta establecida en el tiempo con unas prioridades en las que hay temas urgentes como son habilidades en transformación digital, mejoramiento en los procesos, automatización, innovación, mercadeo, ventas.
Pero quisiera hacer énfasis en que no debemos olvidar que nuestro foco, más allá de estar invertido a procesos técnicos o procedimentales, debe estar orientado hacia las personas. Somos los seres humanos los que movilizamos finalmente cualquier proceso de transformación, nuestra capacidad de comunicación, habilidad para conversar, empatía para desempeñarnos en función del trabajo en equipo, son habilidades innatas en nosotros pero que requieren de trabajo y fortalecimiento en el tiempo.
No hay ningún tema de formación que prime sobre el otro, más bien debemos pensar en generar una transformación que venga acompañada, desde la sensibilidad del ser humano en su misma esencia, pasando por toda la transformación que hemos venido teniendo en este plano desde hace muchísimos años.