La Tamesina es un balcón que da hacia la provincia del Cartama, en pleno Suroreste antioqueño. En esta finca, llena de cafetales, panales de abejas y recursos hídricos, vive Leidy Ríos junto a su familia, a unos 40 minutos de Támesis, aproximadamente.
Leidy se considera una mujer tímida, pero, sus actividades la contradicen. La Tamesina, además de ser el hogar que comparte con su esposo y sus tres hijos, es el nombre de la empresa con la que vende café de especialidad desde hace seis años.
También se destaca como una de las coordinadoras principales del sector turístico en el municipio. Y, como si pareciera poco, cumple funciones como presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda la Liboriana.
Una mujer rural, líder y empresaria
Leidy nació en el corregimiento de Palermo, a unos 12 km del casco rural de Támesis. Conoció, estando muy joven, a John Ferney, un campesino que habitaba por las montañas del sur de Antioquia y que es cafetero de tercera generación (su abuelo paterno y su papá también se dedicaron a este cultivo).
“Conociendo a John, y lo que hacía, me fui enamorando del campo, comprendí la tranquilidad que me transmite y quedé encantada con la colaboración desinteresada que hay entre los campesinos”, cuenta Leidy.
Ella decidió combinar sus conocimientos estratégicos, pues es administradora de Empresas y tecnología de Guía de Turismo, con los saberes ancestrales que traía su cónyuge, generando como resultado un café de especialidad que compite en mercados nacionales e internacionales.
En medio del crecimiento de su empresa, y sumando sus aprendizajes académicos, se logró posicionar como una de las líderes de su comunidad, siendo la encargada de la Casa de Turismo de Támesis y ganándose la confianza de sus vecinos para adelantar acciones que permitan hacer de La Liboriana un lugar mejor para vivir.
Una empresaria agro-turística
Leidy se inscribió en el Programa para la Especialidad del Café y conoció las posibilidades que le brinda su caja de compensación, Comfama. “Allí aprendimos cómo cautivar a los jóvenes para fortalezcan el trabajo en sus cultivos y podamos volver muy competitivo el café de Antioquia”, relata.
Y en esos esfuerzos también cayó en la cuenta de la importancia de elaborar procesos turísticos sostenibles que acerquen a la gente con su comunidad, con su producto y con una región llena de posibilidades.
“Nuestro propósito es empezar a posicionar a Támesis como un buen destino, pero, se sabe que la gente debe venir con tiempo, debe adaptarse a la cultura que tenemos acá, de cuidar los atractivos, todo ese tipo de cosas”, finaliza Leidy, quien espera abrir pronto un hospedaje y una experiencia alrededor del café en La Tamesina, su paraíso.