Hace 40 años, y con la idea de reconocer cada uno de los logros de trabajadores, deportistas y personas, Grabafer se consolidó como un proyecto que “transmite felicidad”. De inmediato, se convirtió en uno de los sitios favoritos de los antioqueños para elaborar premios, placas, trofeos, medallas, vallas y demás elementos que exalten distintas labores.
Hoy se enfrenta a un reto importante y es la disminución que las empresas, sus principales clientes, están teniendo en temas de inversión, lo que los afecta directamente debido a que “nuestro producto no es de primera necesidad”, como cuenta Susana Durango, gerente comercial de la compañía.
Debido a eso, las estrategias comerciales tendrán que ser más disruptivas y eficaces, según Durango, quien cuenta que parte de eso es lo que están trabajando en Fábricas de Productividad y Sostenibilidad.
Fábricas de Productividad: un camino de crecimiento
Atraídos por la oferta de Comfama y Colombia Productiva, Grabafer SAS inició el proceso de Fábricas de Productividad y Sostenibilidad, un programa que trabaja por volver más eficaces, conscientes y sostenibles los procedimientos que tienen las empresas.
Susana reconoce que, aunque al inicio costó, entendieron la importancia de automatizar, estandarizar y generar maneras de trabajo utilizando herramientas dinámicas. Por eso, hoy se siente orgullosa por el software que elaboraron en la empresa y los resultados que este ha arrojado.
“Hoy ya parametrizamos cada proceso, los encargados de producción saben la responsabilidad que tienen al ingresar datos para que sigamos la trazabilidad del producto; además, este software nos arroja información de ventas, elementos, materiales y nos permite tomar mejores decisiones”, asegura Susana.