Lo había visto en fotos, sabía que allí, en este país que conectaba a Europa con Asia, podía ver globos, que este destino era la cuna de uno de los imperios más importantes de la historia: el Otomano y que una de sus ciudades alojaba un palacio de casi 700.000 metros. Manuela Lopera había escuchado sobre la magia de Turquía y quería vivirla personalmente.
Y así fue, en septiembre del 2016 empacó sus maletas y en su itinerario decidió incluir este destino. Capadocia y Pamukkale fueron los lugares que visitó y se dio cuenta de que todo eso que le decían era cierto. “Mágicos”, “impresionantes” y “hermosos” fueron los adjetivos que encontró para describir estos lugares que quedaron en su corazón y en el lente de su cámara.
“Me gustó mucho la comida, la forma en que la sirven es muy particular porque usan una especie de jarras de barro y antes de servirla la quiebran y así arman el plato. Es una experiencia muy cultural y eso me pareció interesante; por ejemplo, en las calles hay unos parlantes que suenan a cierta hora como recordatorio para que las personas oren. También me llamó mucho la atención que es un país con muchos contrastes: construcciones muy antiguas que conviven con edificaciones muy modernas”, explica.
✈️ Viaja a Turquía con Viajes Comfama