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Un recorrido cultural por Sao Paulo

“Entre la emoción, también tenía un temor de este viaje, respecto a la idea de conocer un ecosistema cultural en una ciudad tan distante a la nuestra y que se quedara en sólo un punto de observación de lo lejano, pero que no existiera una manera de acercarnos a ello. Pero no, no somos tan distantes”. 

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Un recorrido cultural por Sao Paulo

Por: Andrés López, Director Financiero y Estratégico Parque Explora y Planetario.

Entre el 6 y el 10 de marzo, vivimos una experiencia inigualable; Comfama organizó la Misión Empresarial de Organizaciones Culturales que tuvo lugar en Sao Paulo, Brasil, la ciudad más poblada del continente y que tiene aproximadamente el 33% del PIB del país. La convocatoria, que contó con una alta acogida, permitió la participación de diferentes instituciones de Medellín y Antioquia que trabajan en el fortalecimiento del ecosistema cultural, con aportes invaluables para el desarrollo económico y el tejido social de la ciudad y la región. Fue así como representantes de instituciones que trabajan en las artes escénicas, los museos, la música, y otras organizaciones sociales y empresariales, nos juntamos para escuchar, conocer y aprender de quienes hacen de Sao Paulo una ciudad rica en términos de multiculturalidad, con una gran experiencia digna de ser destacada y compartida.

Garimpo Soluciones fue la empresa brasilera encargada de acogernos, guiarnos en el proceso y conectarnos en esta experiencia con quienes son voces importantes en esa ciudad y tienen historias para contarnos y llevan la memoria de lo grato y lo no tan bueno a lo largo de estos años de consolidación de Sao Paulo como un epicentro de la cultura, no sólo de Brasil, sino también de América Latina. La agenda fue realmente enriquecedora, un mix perfecto para conocer las diferentes variables que componen el sistema y que han dado lugar a una evolución increíble en los últimos años.

Aprendimos de diversos temas, desde la normativa que permite obtener y direccionar mayores recursos públicos para la cultura, pasando por la empresa privada como factor decisivo para soportar los momentos más difíciles, pero también del papel de los museos u otras grandes y pequeñas instituciones que nacen desde la sensación de vacío, con dos o tres soñadores dispuestos a conectarse con el mundo a través del talento de sus vecinos.

En Sao Paulo, la articulación del sector público y el privado es un elemento decisivo para la gestión exitosa de la cultura en la ciudad y hay una gran generación de valor en esta alianza.

Las empresas tienen un camino claro para decidir invertir sus recursos en acciones culturales de alto impacto, apoyando el crecimiento del sector desde las pequeñas organizaciones, pero también movilizando públicos y ampliando el apetito de los públicos en el consumo de actividades culturales. Su incidencia en las políticas públicas también es visible, participan, construyen, defienden el camino ya trazado. Escuchaba estos modelos de desarrollo para la cultura y creo que estamos en un punto similar, con el programa CoCrea como plataforma que conecta, dinamiza y fortalece el sector cultural en Colombia. Brasil tiene una experiencia muy exitosa, nosotros estamos comenzando a desarrollar la nuestra, se puede, es claro que se puede.

No todo funciona como sincronía, o no al menos como conocemos que debería ser, desde mi formación en ingeniería y mi experiencia profesional me llamó la atención poderosamente que no es común que las instituciones en Sao Paulo tengan modelos de desarrollo y sostenibilidad para el mediano y el largo plazo. Lo pregunté en varios espacios, no se piensan las instituciones culturales más allá del presente, sus modelos organizacionales están limitados en el tiempo. Tenemos mucho por compartir porque nosotros en este lado del mundo, trabajamos fuertemente por diseñar estrategias operativas, técnicas, financieras y administrativas que nos permitan situarnos en el futuro con sólidas bases, porque nuestras instituciones no nos pertenecen, son de las generaciones que vienen y a ellos nos debemos.

Tengo que confesar que, entre la emoción, también tenía un temor de este viaje, respecto a la idea de estar allí, conocer un ecosistema cultural en una ciudad tan distante a la nuestra y con condiciones tan disímiles y que se quedara en eso, en sólo un punto de observación de lo lejano, de lo que se aspira a ser, pero que no existe una manera de acercarnos a ello. Pero no, no somos tan distantes.

Las complejidades de cualquier ciudad latinoamericana las tienen tanto ellos como nosotros, en distintas proporciones por supuesto; no es comparable de manera directa una ciudad de 20 millones de habitantes con una de cuatro millones, incluidas sus áreas metropolitanas. Pero para las proporciones de Medellín y nuestras condiciones sociales, económicas y políticas, somos también una potencia en este lado del mundo. Nuestras instituciones culturales trabajan fuertemente en espacios de articulación permanentes, levantan sus voces para reclamar lo que no pueden los ciudadanos de a pie, llegan a los lugares más lejanos y olvidados incluso por el estado mismo, y gestionan recursos públicos y privados con vehemencia y transparencia para el servicio de todos, para preservar la historia, para hacer apropiación social del conocimiento, para democratizar las artes, para orientar el desarrollo y mejorar la calidad de vida de todos.

Algunas conclusiones y tareas que nos quedan a las instituciones que participamos de este viaje por el sureste del continente: 

  • Gestionar alianzas más sólidas entre las empresas del ecosistema cultural de Medellín y la región que tengan incidencia en el diseño y la gestión de políticas públicas.   

  • Continuar con el diseño de modelos de pensamiento estratégico de mediano y largo plazo para las empresas culturales.    

  • Construir un observatorio cultural, para entender la inversión, el impacto y el proceso en el que vamos avanzando.