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Diario de viaje: una inmersión en la vida cultural paulista

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Diario de viaje: una inmersión en la vida cultural paulista

Por: María Mercedes González, Directora Museo de Arte Moderno de Medellín.

Primeros días: una exploración

Gracias al compromiso, la generosidad y la visión de Comfama, llegué a Sao Paulo el 4 de marzo de 2023 para participar de esta misión que buscaba sumergirnos en la vida cultural paulista desde la experiencia y conocimiento de gestores, artistas y entidades del sector. Siempre he creído que Medellín y Sao Paulo, a pesar de la escala y de sus particularidades, son ciudades con mucho en común: ciudades con enormes desigualdades sociales y fragmentadas por fenómenos de violencia, en las que el arte y la cultura han contribuido a la reconstrucción del tejido social.

El primer fin de semana, previo al inicio de la misión, fue de exploración. Era la cuarta vez que visitaba esta gran metrópoli, pero en las anteriores ocasiones la exploré desde el ecosistema del arte contemporáneo. Así que fue una gran sorpresa conocer un lugar como la Ocupación 9 de Julio —en el centro de la ciudad, una de las ocupaciones verticales más grandes de América Latina— en la que hoy habita una comunidad artística que convoca alrededor de exposiciones, conversaciones, conciertos y festivales, y que se autosostiene a través de diversas estrategias como la venta de almuerzos. Fue muy interesante conocer el proceso de ocupación y convivencia pacíficas que allí se ha gestado, así como las estrategias de sostenibilidad desde el emprendimiento, el arte y la cultura. Nuestro guía —un chico arquitecto experto en urbanismo— nos mostró varios puntos del centro de Sao Paulo y el proceso de recuperación urbana pospandemia, oportunidad ideal para hablar de la gentrificación en América Latina y de los problemas que aún aquejan a los centros históricos de nuestras ciudades.

El lunes 6 de marzo fue el inicio oficial de la misión, con el encuentro con los demás participantes, los respectivos saludos de bienvenida y la presentación del equipo local que nos acompañaría, así como de la agenda. En los párrafos a continuación no pretendo hacer un recuento exhaustivo ni del programa ni de cada una de las visitas, sino de aquellas conversaciones, presentaciones o lugares que mayores reflexiones despertaron en mí

Empiezo por la charla con la abogada Cristine Olivieri sobre el contexto de leyes y políticas culturales en Brasil. De esta presentación rescato el marco legal y fiscal que allí existe para incentivar los aportes privados a museos y proyectos culturales en general, que es ampliamente conocido y usado tanto por el sector cultural como por el privado. Igualmente, resalto la figura de “organización social” que se creó hace unos años con el fin de administrar y hacer más eficiente la gestión de recursos públicos. El antecedente a esta figura podrían ser las asociaciones de amigos de algunos museos, que como entidades sin ánimo de lucro ayudan no solo a gestionar el recurso que aporta el Estado sino también a conseguir patrocinios (esto en virtud de que en Brasil muchos museos y entidades son de carácter público). 

Días de inclusión y encuentro 

Al día siguiente, el martes 7 de marzo, visitamos Feira Preta, un emprendimiento social y cultural liderado por Adriana Barbosa, quien hizo una presentación muy inspiradora. Feira Preta es una organización que busca promocionar y ofrecer productos y servicios para la comunidad afro, así como llevar a cabo una agenda de actividades culturales que promueven la cultura e identidad negra, y el acceso al mercado de trabajo.

Una de las mayores preocupaciones sociales que encontramos en Brasil fue precisamente el racismo (aproximadamente el 56% de la población de ese país es negra) y por supuesto que desde el sector cultural se llevan a cabo diversas acciones en su contra.

Fue muy inspirador conocer la experiencia de Adriana Barbosa y su equipo en términos de las alianzas que han logrado con grandes empresas (Mercado Libre, bancos) para promover emprendimientos de las comunidades afro desde la publicidad y la marca, que al mismo tiempo generan recursos para la sostenibilidad de Feira Preta.

En varios días de la semana de la misión tuvimos el privilegio de visitar varios SESC (Servicio Social de Comercio) de Sao Paulo, entidades muy equiparables a las cajas de compensación que tenemos en Colombia. La calidad arquitectónica de sus instalaciones físicas, la programación educativa, recreativa y cultural que ofrecen y la cantidad de gente que hace uso de estos, es al mismo tiempo impresionante y conmovedor. Son lugares incluyentes de encuentro, conocimiento y esparcimiento, que complementan la acción cultural que hace el Estado brasilero en sus distintos niveles y otras entidades de carácter privado. Junto con el SESI (Servicio Social de la Industria), el SESC es un actor muy relevante de la movida cultural de ese país.

El jueves 9 de marzo conversamos con Gabriel Paiva del Instituto de Teatro Brasilero y su charla me interesó muchísimo en la medida en que fue la visión de un artista sobre cuál ha sido la incidencia de las comunidades artísticas en la política cultural de Brasil. Definitivamente uno de los sectores más activos en esta construcción colectiva ha sido el de artes escénicas y de ahí el éxito de muchos de los teatros del país en términos de asistencia de público, recursos del Estado y formación. Es un sector que además se ha profesionalizado con el tiempo, con logros destacados en capacitación y condiciones laborales. 

Finalmente, de las actividades de la agenda destaco la visita a la Pinacoteca y al Museo de la Lengua Portuguesa, y la conversación que tuvimos con los equipos de educación de estos espacios, y para futuras misiones recomendaría incluir más actividades artísticas y/o tiempo libre para acceder a estas. Ya por mi cuenta y en compañía de personas de Comfama, tuve la inmensa fortuna de conocer Inhotim en el estado de Minas Gerais, y vivir una experiencia de armonía perfecta entre la naturaleza, el arte y la arquitectura. 

Ganancias del regreso 

Para terminar este diario-informe, quisiera expresar que una de las ganancias que me deja esta misión fue haber convivido con otros colegas del sector cultural de Medellín que no conocía tanto, las conversaciones con ellos alrededor de una comida o una cerveza, y los planes futuros que con algunos tenemos. Estos lazos humanos que se han estrechado los aprecio y valoro mucho. Finalmente, planteo algunas conclusiones y reflexiones que me deja esta misión, la cual agradeceré siempre a Comfama:  

  • En Brasil la cultura y sus distintos subsectores cuentan con políticas públicas sólidas y con trayectoria, en cuya elaboración ha participado activamente la sociedad civil. 

  • Las tres principales fuentes de financiación estatal son: un fondo nacional de cultura, una ley de mecenazgo y un fondo de inversión cultural y artística. 

  • Resultó muy interesante la figura de “organización social”, entidades sin ánimo de lucro cuya función principal es administrar los recursos del Estado. 

  • Los museos, en particular, son en su mayoría públicos. Reciben un porcentaje alto de recursos del Estado para su funcionamiento y la programación la financian con patrocinios o donaciones. 

  • La ley de incentivos fiscales ha sido muy exitosa y el sector privado la conoce bien. 

  • Una de las grandes preocupaciones del país hoy es el racismo y el sector cultural no es ajeno a ella. 

  • La reivindicación de las comunidades indígenas es otra de las preocupaciones actuales, discusión que en Colombia está muchísimo más avanzada. 

  • Una de las preocupaciones centrales de los museos son sus públicos y la formación. El ejemplo de la labor educativa de la Pinacoteca es muy interesante. 

  • La acción de las cámaras de la industria (SESI) y comercio (SESC) en educación y cultura es enorme y son actores muy relevantes.