Esto fue solo un poco de lo que sucedió hoy: En medio del caos y la incertidumbre que recorre las calles de Medellín, doscientas treinta familias van a tener dónde dormir y qué comer en los próximos días.
Nos mata el virus o nos mata el hambre
30 de Noviembre 2020
24 de marzo de 2020
Miedo, preocupación y una gran desinformación fue lo que vimos hoy a los ojos. Vimos el hambre a la cara. El hambre de cientos de personas que, contra toda indicación, se apiñaban contra la reja con la esperanza de encontrar algo que comer para los días que vienen. La situación por la que están pasando los trabajadores informales del centro es completamente desesperanzadora; algunos de ellos incluso comentaban: «Si no me mata el virus, me mata el hambre».
Toda la ciudad está pasando por momentos impensables, pero lo que estas personas enfrentan es invivible.
26 de marzo de 2020
Cuatrocientas ochenta familias de trabajadores ambulantes y trabajadoras sexuales fueron beneficiadas con mercados y auxilios de vivienda.
Crónica Poderosa
Mónica Martínez
Jamás me imaginé que iba a tener una experiencia tan bonita como el voluntariado que hice con las mujeres de Putamente Poderosas. Les voy a contar cómo fue desde el principio.
El primer día, hicimos un recorrido por la zona de La Veracruz, el Parque Botero y el Parque Berrío para entregar geles antibacteriales y volantes con información para concientizar a los adultos mayores, a las trabajadoras sexuales y a los vendedores ambulantes sobre cómo prevenir el coronavirus. También tomamos una lista de estas personas con números de teléfono y de cédula y dirección de residencia, para poder localizarlos y darles una ayuda económica. Muchas personas recibían el gel y la información, pero a otras no les interesaba.
El 20 de marzo, como voluntaria de Putamente, llegué para apoyar al punto de encuentro donde se estaba haciendo la entrega de las ayudas económicas y de los mercados a las personas más necesitadas. La verdad, me dio de todo al ver la fila tan larga. En ningún momento hubo discriminación. Entregamos quienes estaban en la lista y anotamos a los otros. Fue muy satisfactorio ayudar a todas esas personas, que agradecieron mucho el poder llevar a sus hogares con qué pagar una pieza o con qué dar de comer a sus familias. Qué alegría la que teníamos todas las que estábamos ahí: Melissa, Caudia y el resto del equipo. Ese día nos acompañó también la Policía y nos brindó seguridad.
El 24 de marzo, en la Casa del Encuentro, hicimos otra entrega de mercado y ayudas económicas. Había una gran cantidad de personas ahí también: adultos mayores, mamás con niños, trabajadoras sexuales, población LGBTI y venezolanos. Había agradecimiento y felicidad. Y de nuevo, fue muy bonito ver la cara de alegría de Melissa, de Claudia, de la mona y de las demás compañeras por saber que se hizo una gran labor. Agradezco mucho a la Policía, a Espacio Público, a Putamente y a todas las personas que aportaron para estas ayudas. Son unos ángeles.
El 2 de abril hicimos otra entrega de mercados. Como ya no podíamos salir y las restricciones eran más fuertes, se los entregamos a unas personas de mi barrio muy necesitadas. Mi corazón no dejaba de saltar de felicidad cuando las llamé para que vinieran a mi casa por el mercado. Algunos los llevé yo misma porque las personas no podían venir por ellos. Lloré al ver cómo daban las gracias y ellos también lloraron de gratitud. Tuve muy en cuenta protegerme y proteger a las personas a las que les iba a hacer la entrega del mercado. Me puse los guantes, el tapabocas y la bata que me mandaron para la protección. Todas dieron las gracias a Putamente Poderosas y a los que estaban dando estos aportes.
De corazón, me siento muy orgullosa de poder ser parte de esta labor tan bonita, de la cual también estoy dando a mis hijos y nietos que comer. Yo, Mónica, quiero dar las gracias a Putamente Poderosas, a Melissa, a Claudia, al equipo de trabajo, a las otras compañeras y a las personas que trabajan duro para poder recoger estas ayudas. A todos los que donan, desde lo más profundo del corazón, que Dios les multiplique a ustedes y a sus familias y les siga bendiciendo para que nos sigan apoyando. Estamos totalmente agradecidos. Dios me los bendiga.