Mantengo la casa cerrada
firme la puerta
firmes las paredes blancas,
pero dejo una ventana abierta
para que entre la luz
y el aire.
Si alguien mirara
por ese cuadrado vacío
hacia mi casa
y espiara mis movimientos
vería cómo detrás de mí
hay una presencia brumosa
que a ciertas horas del día
me abraza
En el encierro
nadie nos ve llorar.