Tomuno es el fruto de un árbol. El Totumo es un corregimiento de Necoclí. El Totumo Encantado es la corporación cultural que le apuesta al arte en Urabá y hoy trabaja para hacer realidad el sueño de tener un Teatro para toda la región.
La cultura como salvavidas
El Totumo Encantado nació como un proyecto pedagógico en la Institución Educativa de este corregimiento para el uso del tiempo libre, para evitar la deserción escolar y la vinculación al conflicto. Educación, arte y el poder de la cultura como ejes de transformación social en Urabá.
Flor Cortés es profesora, ella y una parte de su grupo de estudiantes decidieron comenzar a narrar su territorio a través de puestas en escena. La primera fue en 2009, y esa pasión tomó tanta fuerza que trascendió las aulas. La maestra y los antiguos estudiantes, hoy universitarios y profesionales, decidieron organizarse bajo la figura de Corporación Cultural y apostarle al arte como su forma de vida.
La necesidad de un espacio
A lo largo de su trayectoria El Totumo Encantado ha tenido diferentes sedes físicas, espacios alquilados de los que deben moverse frecuentemente y que en ocasiones no tienen todas las condiciones que sus montajes requieren. Ahora están decididos a jugársela por tener un lugar propio, y con propio se refieren a un lugar de El Totumo, de Necoclí y de Urabá para el arte y la cultura.
La comunidad de Necoclí, su público, es uno de los alicientes en este proceso. "Hemos tenido presentaciones hasta con 150 personas, en espacios sin todas las condiciones, pero la gente va, disfruta, se siente identificada y confía cada vez más en nosotros", cuenta Flor.
El sueño de un teatro
Hoy, a El Totumo Encantado, lo llaman Centro Cultural, porque no solo es el grupo de artes escénicas, es también artes visuales, danza, y el sueño de un teatro para la comunidad.
“Nos perfilamos cada vez más como una empresa social, cultural, somos una experiencia de transformación social movida por la visión de los jóvenes, la confianza de los adultos, y el amor de todos al territorio”, explica la profe Flor Cortés.
Después de más de 10 años de trayectoria los hijos de El Totumo quieren expandirse, han ido acumulando logros, sumando experiencia y ganando confianza, propia, de su comunidad, y de los empresarios de la zona, quienes los ven con más admiración desde que hacen parte de proyectos con grandes entidades.
En 2020, durante la pandemia, grabaron una de sus obras para reproducirla masivamente. En 2021 llegaron a las tablas del Teatro Pablo Tobón Uribe a presentar una de sus obras e hicieron parte de los beneficiados con las Mentorías que este Teatro dio alrededor de Antioquia en el marco de Imaginar Futuro #ElPoderDeLaCultura. “Queremos tener un espacio digno, con camerinos, con todas las condiciones. Ahí el Pablo Tobón ha sido un gran referente porque nos muestren todos los elementos desde lo técnico, los profesionales, nos hace sentir con confianza para lanzarnos a perseguir ese sueño”, agrega Flor.
El camino para hacerlo realidad
Ahora trabajan con un equipo de arquitectos que están acompañando el proceso, recogiendo ideas con la comunidad, porque esperan que entre todos se logre plasmar ese sueño en planos, y desde allí comenzar a presentar su proyecto a diferentes entidades y sectores, “vamos a ir con los indicadores de gestión en mano, porque somos un colectivo sostenible y con mucho futuro”.
Otro aspecto fundamental en este camino, es que esperan que el teatro se vincule a la cadena de valor del turismo de Necoclí y Urabá, que hasta El Totumo lleguen los visitantes a descubrir la región a través del arte, a encantarse con las obras que al principio solo creaban para narrarse a ellos mismos, pero que hoy saben que son el reflejo de un país entero, que son historias universales.
Historias como las de la Corporación Cultural Totumo Encantado son la muestra de lo que significa El Poder de la Cultura. Cultura como motor, como transformación, como apropiación y como medio para seguir imaginando un mejor futuro.
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