Logo Comfama
Ayuda
Filosofía

Hartmut Rosa y una vía alternativa para mejorar nuestra relación con la vida

El filósofo alemán Hartmut Rosa estuvo en el Parque Otraparte este 26 de septiembre. Habló de la problemática relación de ser humano contemporáneo con el mundo y de cómo en las esferas del amor y la amistad se hallan fundamentos para abordarla de un modo distinto.

Hartmut Rosa
Hartmut Rosa y una vía alternativa para mejorar nuestra relación con la vida

Gracias a una alianza entre Comfama y la Alcaldía de Envigado, y en el marco de la lección inaugural del Doctorado en Humanidades de Eafit, el filósofo, sociólogo y politólogo alemán Hartmut Rosa estuvo en el Teatro Otraparte compartiendo sus ideas sobre la relación del ser humano contemporáneo con el mundo. Rosa es profesor en la Universidad Friedrich-Schiller de Jena y director del Centro Max Weber de la Universidad de Erfurt.  

Aquí te contamos algunas de las ideas más importantes que nos dejó en su charla “Contra la agresión: el amor y la amistad como ejes de resonancia en un mundo acelerado”. 

 

¿Cómo es hoy nuestra relación con el mundo? 

Para el profesor Hartmut Rosa, la manera en que el ser humano contemporáneo se relaciona con el mundo está atravesada por un paradigma propio de las sociedades modernas; lo que él denomina modo de estabilización dinámica. Se trata de una lógica general instaurada por el sistema en que vivimos, donde “se requiere de manera sistemática un crecimiento material, una aceleración tecnológica y una innovación cultural para reproducir el sistema y mantener el estatus quo”. 

La forma en que iniciamos el día, por ejemplo, no está marcada por un proceso natural. En la mayoría de los casos el despertador es el que dicta nuestro primer contacto con el mundo. A partir de allí, la vida moderna consiste en una lista enorme de tareas por cumplir.  Vista así, nuestra relación con el mundo cotidiano está marcada por cierta agresión que se extrapola a todas las esferas de una vida acelerada que demanda más de nosotros cada día. 

El miedo, entonces, aparece como una emoción dominante: tememos a no ser lo suficientemente rápidos, innovadores o productivos. Así, la agresión se manifiesta, por lo menos, de tres maneras, según el profesor Rosa: agresión a la naturaleza, porque queremos controlarla y explotarla hasta más allá de su límite; agresión a los demás, ya que se convierten en competidores y obstaculizan nuestras tareas, y agresión hacia uno mismo, porque no nos sentimos bien con nuestros cuerpos y nuestras mentes. Nos sentimos en deuda.  

Resonancia: una alternativa a la agresión, “la forma más humana de estar en el mundo”. 

¿Cómo hacer resistencia a esa relación hostil con el mundo? Hartmut Rosa nos invita a echar mano, precisamente, de nuestra condición de seres humanos. Es allí cuando el concepto de “resonancia” cobra protagonismo:

Es una alternativa a la agresión y es la forma más humana de estar en el mundo. No comienza con algo que nosotros hacemos, sino cuando algo nos llama de repente. Es algo que nos afecta, que nos habla, algo que resuena con nosotros. Hay una conexión y nos sentimos vivos. 

La resonancia es un modo de estar en el mundo marcado por 4 rasgos: 

  1. Algo nos conmueve y nos toca. Hay una sensación de que algo nos ha llamado. 

  2. Ese llamado nos dispone a extender la mano. Hay una apertura de nuestro ser. 

  3. Hay una transformación

  4. Hay una imprevisibilidad esencial: no sabemos cuándo llegará la resonancia y no podemos comprarla. 

En este punto, Rosa acude a un ejemplo cotidiano y simple para ilustrar el concepto: nos invita a pensar en ese momento en que, en medio de nuestro trabajo diario, hacemos una pausa y nos preguntamos por el frenetismo en el que estamos imbuidos y las razones por las hacemos lo que hacemos. Allí, explica, hay un momento de resonancia. Si tenemos la apertura suficiente para escucharnos a nosotros mismos, esa pregunta tiene el potencial de transformarnos. 

El amor y la amistad, espacios de resonancia 

Gran parte de los estudios del profesor Hartmut Rosa son una exploración de nuestra relación con la vida y allí encuentra dos modos básicos de manifestación: una forma pasiva, que consiste en experimentar el mundo que viene a nosotros, y una forma activa, con la que vamos hacia el mundo. En sus estudios más recientes Rosa se enfoca en una tercera manera de abordar el mundo, en la que hay un modo híbrido de relación: una posición de resonancia en la que estamos mitad pasivos, mitad activos. 

Es entonces cuando el amor y la amistad aparecen como esferas propias de este modo alternativo de estar en el mundo: cuando amamos nos sentidos tocados por el otro, pero existe una relación dual en la que también entregamos, sin dominación o control. De otro lado, cuando experimentamos una verdadera amistad, estamos dispuestos a escuchar y podemos ser escuchados. En ambos casos hay un impulso por conservar esos vínculos y una relación marcada por lazos muy distintos a los que rigen nuestra relación hostil con el mundo. En el corazón de estas relaciones hay “una ética del cuidado”. 

Alrededor del amor y la amistad, como escenarios de resonancia, Rosa señala que debemos tener una consciencia y una disposición hacia la vulnerabilidad. Para transformarse hay que estar abierto, de modo que el mundo pueda entrar en nosotros y haya un proceso de transformación. En el amor, por ejemplo, es sabido que somos vulnerables. No obstante, es desde esa vulnerabilidad desde donde se construyen relaciones más enriquecedoras. 

De hecho, a manera de conclusión y aludiendo al caso particular de Colombia y sus violencias, el profesor Rosa resalta cómo el perdón, otra esfera de la resonancia, es en sí mismo un acto de vulnerabilidad. Hay que tener valentía para pedir perdón y una disposición a volver a construir confianza; apelar a la solidaridad, para que “las finas cuerdas de la resonancia vibren de nuevo”. 

 

Otraparte evento agenda

¿Vamos a Cine a Otraparte?

Y disfrutemos lo mejor del cine local, nacional e internacional.