Martha Grajales es una mujer de treinta y cinco años y madre incansable. Es el motor de una familia formada por dos hijos, Mariana y Santiago, y su esposo William. Ella representa el impulso y la felicidad en el hogar para todos ellos.



Es una campesina en la vereda Perico, de Envigado, que durante dieciocho años ha perpetuado la tradición silletera de su familia. Más de diez veces ha sido merecedora de primeros puestos y ganadora de muchos otros reconocimientos. Un día tomó una de las decisiones más altruistas de su vida: quiso ser madre sustituta para ayudar a niños que necesitan una familia, amor y una educación.




Emprendedora, persistente y valiente, Martha enfrenta su día a día con toda la vitalidad y asombro para hacer muchas cosas por su familia. Es dueña de una juventud que deja grandes enseñanzas a quienes la rodean.







