En plena Plazuela San Ignacio, junto a las mesas de pimpón y de ajedrez, encontrarás una biblioteca abierta y un café para disfrutar el espacio de todos.
Parece haber una curiosa cercanía entre los infinitos mundos que habitan los libros y las particulares notas de sabor que puede contener una taza de café. Aroma e imaginación, gentiles e inspiradores testigos del Claustro y sus 218 años de historia.
En este contexto, y con el claro compromiso de habitar la Plazuela San Ignacio, llenarla de vida y defenderla con cultura, la Biblioteca Comfama y el café Bohemio de Clausura, están ahora como residentes a este espacio público.
Salimos a la Plazuela porque en el Claustro “Estamos en Obra”. En la primera fase estamos interviniendo el patio techado donde está el Café Bohemio de Clausura, que es una alianza entre el Laboratorio del Café y La Pascasia; por eso decidimos llevarlo a la calle, acompañado de literatura e historias, desde la primera hora de la mañana hasta la medianoche.
“El ajedrez, el pimpón y otros juegos de calle y de mesa están acompañados de libros y café en el espacio público, en un diálogo concertado y construido con los habitantes de la Plazuela, con los vecinos, los comerciantes, los hoteles y que nos lleva a pensar en que la sana ocupación del espacio público nos permite estrategias de convivencia”, describe Sergio Restrepo, responsable del Centro Cultural Claustro.

Una biblioteca y un café en plena Plazuela San Ignacio
“Las bibliotecas Comfama inician con la idea de prestar un servicio desde la educación y el conocimiento, pero en los últimos años el concepto general de biblioteca cambia, donde no solo es esperar que el usuario venga para prestarle un servicio, que es un libro, sino que se ha pensado que la biblioteca impacte los territorios. No esperar que el usuario venga sino llegar hasta el usuario”, explica Yalila Pérez Montoya, facilitadora de la Biblioteca Claustro.
Desde que abrimos al público, el lunes 7 de marzo, la Biblioteca se empezó a llenar de niños, transeúntes y curiosos de la lectura. Esteban Aristizábal, facilitador de la Biblioteca Claustro, ha estado allí casi todos los días desde la apertura:
Así, con un Claustro cada vez más vivo dentro de la Plazuela, queremos estar cerca de la gente, construir de manera conjunta, aprender a identificar con agudeza cuáles son las necesidades, cuáles los intereses y ¿por qué no? leer y escribir nuevas historias juntos.