Mufasa y Simba en El rey león, Chris y Christopher en En busca de la felicidad, el señor Perlman y Elio en Llámame por tu nombre, solo por mencionar algunas de las relaciones entre padre e hijo más recordadas en el cine y a las que ahora se suma otro dúo inolvidable en un contexto y espacio en el que muchos podrán sentirse identificados: Héctor y Héctor en El olvido que seremos.
Su contexto: Medellín, años 70 y 80. Cuenta la vida de un héroe desde los ojos de su hijo. Héctor Abad Gómez, médico salubrista y activista, narrado por Héctor Abad Faciolince. Su vida, su obra, su amor incondicional por la familia, su lucha por los derechos, por reivindicar la igualdad, por una Medellín y una Colombia que pueden salir adelante así eso parezca una utopía.
Una historia real con un desenlace que se desearía que fuera mentira.
Basada en el libro homónimo de Héctor Abad Faciolince, y dirigida por el español Fernando Trueba, debido a la pandemia tuvo que posponer su estreno hasta este año. Sin embargo, esto no fue impedimento para cultivar una racha de éxito imparable convirtiéndose, por ejemplo, en la segunda película colombiana, luego de La Vendedora de Rosas, en hacer parte de la Selección Oficial del Festival de cine de Cannes.
Fue también la cinta seleccionada para representar a Colombia en los Premios Óscar y aunque no fue nominada, recibió un reconocimiento histórico como Mejor Película Iberoamericana en los Premios Goya, convirtiéndose en el primer largometraje del país en recibir dicho galardón.
Pero más allá de sus reconocimientos internacionales y del consenso unánime por parte de la crítica, El olvido que seremos es una película que brilla por sí sola: es acogedora, cercana, humana. A color para narrar el pasado y a blanco y negro para relatar el presente de los protagonistas.
Javier Cámara, actor español, retrata a Héctor Abad Gómez de la manera más magistral y su personificación, sumada al guion y al trabajo de dirección, sirve como gran homenaje a este personaje que tanto luchó por la justicia en la sociedad. También, Juan Pablo Urrego, quien interpreta a Héctor Abad Faciolince en su etapa adulta, brinda una actuación sutil e impecable.
Ver El olvido que seremos se siente como una visita de domingo en la tarde donde los abuelos, en la que, a pesar de su desenlace, emite esa vibra familiar característica de la mayoría de las familias antioqueñas. Es una historia que puede ser narrada por las abuelas, los abuelos, las tías, los tíos, las mamás y los papás, y es ahí en donde radica toda su magia.
Y si bien este ambiente familiar es retratado a la perfección por todo su elenco, no es coincidencia que el guion esté escrito por David Trueba, hermano menor de Fernando, el director. Los dos españoles hicieron un meticuloso trabajo para evocar esa cercanía característica del libro.
Para disfrutar antes de disfrutar la película
Revive aquí este conversatorio con Fernando Trueba y Juan Pablo Urrego.
Imágenes tomadas de Noticias Caracol y El Universal.