Cada lugar tiene una historia y cada habitante del mundo tiene un legado imprescindible para quienes los rodean. De esta idea podría surgir la premisa de Rostros y lugares, documental dirigido por Agnès Varda y el artista JR, en el que se rinde un homenaje, de la manera más creativa y emotiva, a aquellas personas que habitan la cotidianidad y el día a día de la vida.
Ella, con casi 90 años, y él comenzando sus 30, emprenden un viaje por Francia en una van que funciona también como un laboratorio creativo y en la que, simulando una cabina fotográfica, imprimen a gran formato fotografías de las personas que habitan esos lugares; luego, con esas mismas imágenes, intervienen diferentes espacios: fachadas, edificios, muros, tanques e incluso conteiners.
Varda, quien falleció en el 2019, fue una de las grandes directoras de la nueva ola francesa, dejando un gran legado en el cine por su mirada feminista y revolucionaria. JR es hoy en día uno de los artistas visuales más reconocidos en la industria por sus fotografías a blanco y negro pegadas en muros de ciudades.
Rostros y lugares es la primera película que dirige Varda en compañía y el resultado es una pieza cautivante que en toda su literalidad podría denominarse una obra maestra. Cada plano es una fotografía para el recuerdo y en su naturalidad y frescura narrativa encuentra un relato fascinante que despierta todas las emociones del espectador.
Es un homenaje a todas las personas, a aquellos héroes con vidas cotidianas, al ser humano que comparte con su familia, trabaja, ríe, llora. Una película enmarcada en Francia, pero con un lenguaje universal que se vive en cualquier país y continente.
El largometraje fue producido por Rosalie Varda, hija de Agnès, y estrenado en mayo del 2017 en el Festival de Cine de Cannes. Casi un año después recibió una nominación a los Premios Óscar en la categoría de mejor documental.