Cartografías del hogar: una serie dibujada
26 de Enero 2022
Nuestra casa: ese lugar que nos arropa, nos protege, nos reúne y nos configura; ese sueño construido que termina también construyéndonos; ese espacio que materializa las miles de posibilidades de ser familia; ese abrazo físico que durante estos meses hemos reconocido, recorrido y agradecido más que nunca.
¿Qué pasa cuando nos detenemos a definir cada espacio del hogar? ¿Qué identidades les hemos dado a los rincones que habitamos? Quizá el comedor, además de ser el dador de encuentros, se ha convertido en un lugar de juegos, historias, estudio y trabajo.
Tal vez un sillón de la biblioteca ha trascendido de ser un mueble de reposo para el cuerpo, a ser el cohete transdimensional predilecto para viajar a nuevos mundos a través de libros, películas o series.
Las posibilidades son infinitas porque nuestra casa ha mutado a ser un destino de viaje. En ella marcamos rutas y mapas: casi nunca lineales y casi siempre compartidos, ya sea con nuestros padres, hermanos, pareja, compañeros de piso, mascotas o plantas.
Seis familias trazaron la cartografía de sus hogares y este fue el resultado:

Sebas y Sebas se enamoraron en Jardín, Antioquia. Hoy su hogar, entre películas, plantas, colores, cafés y pizzas caseras es su propio jardín soñado.


Nicolás y Mariana madrugan todos los días para ir por leche a donde su vecino. Estos dos hermanos de 5 y 10 años tienen la libertad de decir que el lugar preferido de su casa es “afuera”. Desde Marinilla disfrutan las montañas, el río y la brisa del campo como parte de su hogar.

A Pablo vivir de nuevo su casa durante 24 horas al día a través del teletrabajo le ha permitido recuperar la posibilidad de ser testigo de la magia que su mamá hace en la cocina, jugar y cantar con su hermana en la biblioteca, sentirse acompañado por Theo, su perro, y disfrutar de las conversaciones con su papá en el balcón

Santiago ha podido seguir siendo un niño en dos pisos llenos de juegos y amor. Su lugar preferido es su habitación, donde están sus juguetes, los que ahora comparte con sus papás.

Vive sus días al lado de sus seres favoritos: su hermana, su cuñado, sus dos sobrinas gemelas de dos años y sus más de 10 mascotas. Diana, de 50 años, encuentra el paraíso en compartir.

Jerónimo adora explorar cada rincón de la finca en la que ha llevado la cuarentena junto a su familia. Cuando no está estudiando en sus sesiones virtuales del colegio, se “trepa” a la copa del árbol más alto con su libro en mano o se sienta con su abuelita a jugar dominó.