La demanda de transporte ha aumentado drásticamente en los últimos años y se prevé que para el 2030, el tráfico anual de pasajeros aumente en un 50% y que para el 2050 al menos 1.200 millones de automóviles adicionales estén en las carreteras.
El sector del transporte contribuye con el 23 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía y el 18 por ciento de todas las emisiones provocadas por el hombre en la economía mundial.
¿Cómo puede entonces el transporte contribuir al avance económico, social y medioambiental de manera que beneficie tanto a las generaciones actuales como a las futuras? Esta fue una de las preguntas que se hizo el Informe de Movilidad Global 2017 (GMR por sus siglas en inglés: Global Mobility Report) que fue el primer intento de examinar el desempeño del sector del transporte a nivel mundial y su capacidad para apoyar la movilidad de bienes y personas, de manera sostenible.
Según el GMR, para que la movilidad sea sostenible debe tener cuatro atributos: debe ser equitativa, eficiente, segura y verde. Aquí nos enfocaremos en este último punto.
Movilidad verde
La movilidad verde es un concepto amplio que tiene como objetivo reducir un conjunto diverso de impactos ambientales causados por el sector del transporte (en especial la contaminación atmosférica y la acústica).
Esta modalidad está relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS de la Agenda 2030 que tiene como fin tomar acciones urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos. Además, tiene en cuenta los principales puntos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Sus metas están diseñadas para lograr una economía de emisiones netas cero para 2050 y mejorar otras dimensiones como la calidad del aire y la resiliencia climática para 2030, como se establece en las metas de los ODS.
De ahí la importancia de priorizar el el uso de bicicletas, medios de transporte eléctricos, transporte público y el uso compartido de vehículos o motos personales. Todas estas acciones ayudan a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación atmosférica y acústica, especialmente en áreas urbanas.
¡Todos podemos contribuir con una movilidad sostenible para nuestro bienestar, el de nuestro planeta y el de las generaciones futuras!
*Con información del ‘Global Mobility Report 2017’ y ‘A Global High Shift Cycling Scenario’.