Adoptar hábitos en tu vida como respirar conscientemente, contemplar y disfrutar del silencio, descansar reparadoramente o conectarte con la naturaleza por medio de un paseo en el bosque pueden mejorar tu salud física y mental.
El cuidado de la salud mental, especialmente, cada día es más relevante en un mundo que avanza de manera frenética, donde la tecnología impacta cada vez más en nuestras vidas y en el que el estrés y la presión por encontrarnos activos y productivos puede llevar a situaciones que afecten nuestra salud. Por eso, hoy te queremos hablar acerca de la meditación, algunas de sus prácticas y los beneficios que pueden traer para tu salud.
¿Qué es la meditación?
De acuerdo con la página web institutosalamanca.com, la meditación es una práctica de autocontrol destinada a regular el cuerpo y la mente hacia un estado de profunda relajación. Por esta razón es capaz de provocar estados alterados de consciencia.
Es un estado de consciencia en el que se observa el pensamiento, pero sin pensar; el sentimiento, sin involucrarse en él; y cualquier contenido cognoscitivo, sensorial, emocional, fisiológico o conductual, de manera pasiva, sólo permitiéndola, sin responder.
Aunque suele hacerse referencia a la meditación como una técnica, en realidad la meditación no se refiere al procedimiento o a la técnica utilizada, sino al estado de consciencia que se alcanza al dejar de pensar.
Puede considerarse una técnica, mientras el meditador no haya logrado el estado de consciencia meditativo. Sin embargo, cuando se lo alcanza y conoce, puede inducirse a voluntad y la técnica deja de ser necesaria.
Hay varios tipos de meditación: guiada, mindfulness o atención plena, de enfoque en un solo punto, con mantras, trascendental, de chakras, meta o de amor bondadoso, yoga, zen y vipassana.