30 años habitando el norte
Desde supermercados hasta preescolar y centro integral de salud, Comfama Girardota ha sido testigo de la transformación de este territorio:
-Ma, ¡hoy leamos este!- le dice Renata a Luisa señalando un libro ilustrado cuando llegan al punto de lectura de la sede Comfama Girardota; su hermano Miguel va también a buscar los libros de cómics y manga que tanto le gustan y busca un espacio entre las gradas del lugar para sumergirse en la historia 📚
-Mi mejor recuerdo aquí es cuando me gradué del Preescolar. ¡Fue increíble!- cuenta Renata con una sonrisa que su mamá también comparte 👧🏻.
Mientras tanto, en la piscina, Hernán se alista para su clase de hidroaeróbicos. Un momento sagrado de su semana. Conversa con sus compañeros y compañeras, se cuentan del fin de semana, saltan al agua, se refrescan y se ejercitan 🏊🏻♂️.
Y, un piso más arriba, Arturo visita el Centro Integral de Salud, un espacio donde la comunidad girardotana puede acceder a servicios para su cuidado como ayudas diagnósticas, vacunación y demás oportunidades en salud 🩺
¡Esta es la sede Comfama Girardota!
Desde supermercados hasta preescolar y centro integral de salud, Comfama Girardota ha sido testigo de la transformación de este territorio:
Carolina llegó a la sede Girardota con el propósito de hallar, para su hijo Martín, un espacio donde pudiera adquirir aprendizajes y descubrir nuevas pasiones. Semanalmente comenzaron a frecuentar la sede para llevarlo a sus clases de natación, en las que ya lleva un año y ha conquistado cinco niveles. En el proceso encontraron, además, otro espacio que los enamoró y les permitió establecer un nuevo lazo entre ellos con un interés común: la lectura.
“De pequeña no tuve mucho el hábito de la lectura, pero sí quiero que él lo adquiera, por eso venimos constantemente a la biblioteca, donde él busca libros de animales y me los lee mientras yo lo escucho atentamente”.
La historia de Maira con Comfama comenzó desde hace muchos años cuando inició su recorrido académico en el Preescolar de Comfama, justo en la misma sede donde ahora es facilitadora del punto de lectura. Desde niña le interesaron los libros, la cultura, las preguntas y los temas que involucraban el género, las personas y el desarrollo, por eso ahora, siendo socióloga y trabajando en el lugar que la vio crecer, ha podido incentivar conversaciones para la creación y el aprendizaje en su municipio.
“Lo que más disfruto y encuentro valioso de trabajar en un punto de lectura es la posibilidad de abrir un espacio para la comunidad donde se pongan sobre la mesa conversaciones importantes que en la cotidianidad no se dan tan a menudo. Donde se abran preguntas sobre el género, el feminismo, las huertas o la siembra”.