Mientras miraba un elemento tecnológico que simulaba el movimiento de una hélice con la luz del sol, Katerine Góez se acordaba de esos días de la infancia cuando iba a los campos en los que habitaba su familia, a las afueras de Chigorodó (Antioquia), y aprendió a cosechar yuca y arroz junto con su abuela. Quizás lo único que le molestaba, y hoy le causa risa, era los despertares a las 4:30 de la mañana para ayudar con el trabajo del campo.
Por esa misma experiencia, y a pesar de solo tener 16 años, ha visto cómo se ha transformado el trabajo en la tierra y cómo la tecnología ha evolucionado. “Me sorprende mucho este panel solar (como le dice al elemento tecnológico) y ver cómo el molino deja de girar cuando uno lo pone en la sombra”, dice mientras continúa explorando el territorio del Parque Zungo de Apartadó, que fue sede de la segunda edición del Agro Tec Festival.
Katerine se notó muy alegre aprendiendo a medir la humedad de la tierra, dibujando en las carteleras lo que para ella (y su equipo de trabajo) debería tener un robot que haga más fáciles las labores del campo en Colombia y diseñando la aplicación que manejará ese prototipo. Todo esto lo combinó, en medio del campamento diseñado por Comfama y Critertec Educación, con el baile, el karaoke con sus nuevos amigos y la diversión que le generaron otras actividades.
Mira aquí un resumen fotográfico del evento
Conocer el territorio y su futuro
Katerine reconoce que nunca se había cuestionado por el desarrollo de su región, ni mucho menos del campo al que está tan relacionada (aunque desde hace más de 10 años vive en la zona urbana de Apartadó), hasta que salió ese 13 de diciembre de 2022 del Festival Agro Tec.
Es importante tener este tipo de espacios para el desarrollo de nuestra región
“Este espacio me gustó muchísimo, me di cuenta de varias cosas que pasan con el campo, me relacioné con nuevos amigos, me divertí”, fue el balance que dio sobre este evento, el cual tiene como objetivo enamorar a los jóvenes del trabajo en el agro a través de la tecnología.

Precisamente, Kate se encuentra en el descubrimiento de qué le gustaría hacer en un futuro, sobre todo porque pasó a grado 11 en el Colegio La Paz de Apartadó y sabe qué se viene la carrera universitaria. Aunque no lo tiene claro, le quedó gustando el trabajo con el agro y espera tener nuevas oportunidades de aprendizaje, ya sea repitiendo esta experiencia el próximo año o en otros espacios.
Nuevos retos con Festival Agro Tec
El curso formativo que desde Comfama propusimos con este campamento sigue con un diplomado, de la mano del CESDE, para profundizar en el trabajo del agro a través de la revolución tecnológica. Juli Mejía, responsable de Innovación Educativa y Cultural de Comfama, reconoce que una de las apuestas es que los jóvenes entre 14 y 24 años puedan tener un impulso hacia su vida productiva.
Por eso, personas como Katerine agradecen que hayan llegado un día a su colegio, les dieran una información sobre un campamento de jóvenes que deseen revolucionar el agro y los hayan invitado a inscribirse. “Mis papás están felices y se sienten muy optimistas de que surjan más actividades, así como yo”, finaliza.