Un miércoles a las dos de la tarde y María Camila Ríos llegaba al Claustro Comfama para continuar con sus clases de autorretrato. Tiene 13 años y su madre, Ana María Gaviria, la acompaña y la espera mientras ella traza unas finas líneas en cada uno de sus dibujos.
Comenzó en cursos de deporte, su mamá la matriculó a experiencias de patinaje y baloncesto cuando era más niña, pero a medida que fue pasando el tiempo María Camila descubrió que su verdadera pasión estaba en el arte. De manera empírica y con clases virtuales y presenciales fue potenciando todas sus habilidades y aunque apenas está en el grado octavo, está segura de que su camino va encaminado hacia el diseño gráfico.
La cuarentena y el tiempo en casa fueron dos factores cruciales para que María Camila fuera descubriendo su vocación por el arte. A través de tutoriales, cursos en Crehana y videos en YouTube se fue volviendo experta en áreas como el lettering, tanto que montó una cuenta en Instagram para mostrar todos sus trabajos y ahora cuenta con más de mil seguidores.
Tiempo de calidad
A través de los cursos Comfama ha cultivado sus hábitos y ahora florecen por medio de talentos que la hacen única. “Me falta mucho por aprender, pero acá voy a seguir”, asegura Maria Camila, quien además de aprender en sus clases, encuentra momentos para compartir con su mamá.
Si bien su madre no está matriculada en este mismo curso, el hecho de llevarla y esperarla le permite fortalecer los vínculos con su hija. El Claustro Comfama se ha convertido también en un referente para que entre las dos compartan, conversen y disfruten momentos cotidianos unidos por el amor familiar.
Termina la sesión y se van para la biblioteca o se quedan en las cafeterías tomando el algo y dialogando sobre los aprendizajes de la clase. Un helado, ir a prestar un libro o el simple hecho de sentarse a hablar, acciones cotidianas que propician su unión y fortalecen sus vínculos.
“En la casa muchas veces María Camila se la pasa en el estudio pintando, leyendo o chateando con las amigas, entonces en momentos como este en los que salgo con ella podemos compartir más”, explica Ana María, su madre.
