Aprender otro idioma, un beneficio integral para nuestros hijos

Ma-má. Pa-pá. Ca-sa. Así, sílaba por sílaba, los niños aprenden a hablar. A través de las palabras, van nombrando el mundo que los rodea. Y nombrar es dotar de sentido, es dar significado a los objetos que, continuamente, verán durante el resto de su vida. 

¿Funciona igual en otro idioma? ¡Claro! Con el inglés, por ejemplo, los niños aprenden a decir mom, dad y house. Esa es la primera ventaja de que nuestros hijos estudien otro idioma desde pequeños: entienden que el mundo puede configurarse de maneras distintas. 

Claro, aprender otro idioma también es útil a nivel práctico. Es común escuchar que en la mayoría de los países hablan inglés o que ser bilingüe es una ventaja en el momento de buscar empleo o presentarse a una beca. 

Y aunque en muchas ocasiones no volvemos hábito la tarea de dominar otro idioma, sabemos que es un pendiente con nuestra formación que, seguro, nos dará frutos en el futuro y nos permitirá comprender el mundo con otra mirada. 

Si aún tienes dudas, piensa que aprender otro idioma desde temprana edad, permite expandir nuestro conocimiento para transformar nuestra propia realidad. 

• Mejor lingüística: cuando somos pequeños nos dicen que somos una esponja porque aprendemos y observamos cuanta cosa hay a nuestro alrededor. Absorbemos y absorbemos todo lo que el mundo nos brinda. Por eso, entre los 3 y 5 años es la edad ideal para que tu hijo empiece a aprender otro idioma, ya que su cerebro estará dispuesto para ello.

• Desarrollo de la creatividad: ¿Qué es esto? What is this? Los niños son curiosos por instinto, y preguntar por todas las cosas que ven es parte de su día a día. El bilingüismo les da una ayudita extra, ya que los dota de mejores capacidades para resolver problemas y los invita a hacer preguntas. 

• Curiosidad y tolerancia a la diversidad: ¿Cómo no sentir curiosidad por la cultura de la que estamos aprendiendo su idioma? Tal como te contábamos al principio, aprender otro idioma es entender miles de maneras en que puede configurarse el mundo. Por eso, tu hijo será más tolerante y abierto al conocer diferentes culturas.