María Eloína Arcia y María del Pilar Zapata tienen mucho más que su primer nombre en común. Aunque viven en dos municipios diferentes del departamento y sueñan con proyectos de vida distintos, ambas comparten la determinación y la alegría de construir un camino de aprendizaje en el que se reconocen talentosas y capaces.
Con satisfacción cuentan que hace poco se graduaron de bachillerato, un proyecto que aplazaron cuando, siendo apenas unas niñas, se incorporaron al mundo productivo. “Decidí retomar mis estudios porque tengo metas y la ruta hacia esos sueños comienza al contar con las herramientas técnicas, académicas y humanas para alcanzarlos. Gracias al programa SER pude adquirirlas”, comenta María Eloina.
Con 42 años y desempeñándose como trabajadora remunerada del hogar, se atrevió a regresar al aula y entrar al grado sexto a través de la propuesta educativa para jóvenes en extraedad y adultos de Comfama. Con su diploma en las manos y el ímpetu de seguir estudiando en el corazón, continuó realizando una técnica en Seguridad privada. Hoy le faltan dos clases para ser oficialmente una guarda de seguridad.
Pero su visión no termina ahí: María Eloína desea acceder a la formación universitaria y convertirse en trabajadora social. En unos años se ve a sí misma acompañando y orientando a otras niñas que, como tuvo que vivirlo ella, están en alguna situación de vulnerabilidad.
Crecer con otros y otras
El mayor reto al que se enfrentó dando estos pasos no fue balancear su trabajo y su estudio, sino recibir el diagnóstico de un cáncer. “Parte de mi visión se nubló y las letras se me empezaron a borrar. No distinguía entre la T y la R”, rememora.
Pero, lo que en su momento supuso un desafío importante, hoy constituye la más valiosa lección: “por suerte, mis compañeros y el profesor estuvieron siempre ahí, dándome la mano. Esa fue una enseñanza inolvidable: yo no estoy sola en esto y los sueños míos, propios, también son posibles gracias a otros y otras que me acompañan”.
Para ella, haber retomado sus estudios es un legado que les deja a sus hijos. “Ellos dicen que ven en mí una mujer capaz y que, si yo pude, ellos también van a poder con cualquier obstáculo. Me siento feliz, victoriosa y agradecida porque el programa de Comfama pensó en gente como yo, cabeza de hogar, con poquito tiempo y muchos miedos que derrumbar”, concluye con convicción y voz amorosa desde San Jerónimo, donde vive con sus pequeños.
Escúchala próximamente en Comfama Radio.
Un cultivo para los proyectos
Desde Rionegro, María del Pilar descubrió en su proceso de aprendizaje que tiene una vocación: las plantas. Ella, trabajadora de Servicios generales y punto de acopio en la Universidad Católica de Oriente, gran aliada de Comfama en este programa transformador, encontró en la jardinería una posibilidad de potenciar sus pasiones y talentos.
“Además de las materias académicas, en el programa SER desarrollé una idea creativa que consiste en hacer que las suculentas se manejen a sí mismas sin agua y sin tierra, sino con el vapor que ellas secretan. Estas plantas exquisitas llenan cualquier espacio de alegría y amor, y mi meta es convertir mi proyecto en un verdadero negocio”, dice orgullosa y motivada.
María del Pilar cuenta que al inicio fue difícil desprenderse de la idea de “es que uno tan viejo y estudiando”, pero con el tiempo fue sintiéndose “como en casa” con su profesor y sus compañeros. Cuando le preguntan por qué decidió retomar sus estudios luego de tanto tiempo, responde que “nunca es tarde para luchar por lo que queremos. La edad no nos va a quitar lo que hemos sido desde niños: inteligentes y con ideas y sueños en la cabeza”.
Sobre el programa de Educación para jóvenes en extraedad y adultos
Diseñamos junto a la Universidad Católica de Oriente una línea que permitiera acercar a las empresas socialmente conscientes y a la población que por años estuvo desescolarizada o que no culminó su proceso educativo en las edades tradicionalmente definidas con la posibilidad de retomar sus estudios bajo la modalidad de ciclos electivos.
Este programa permite una flexibilización de los aprendizajes de básica primaria, básica secundaria y media para que los afiliados de Comfama con Tarifa A y B de cualquier municipio de Antioquia avancen en su ruta de propósito.
No solo el saber, sino también el ser, el sentir, el comunicar y el pensar hacen parte de esta propuesta educativa que se desarrolla bajo el Modelo SER, pues “entendernos en nuestras diferentes dimensiones es el verdadero aprendizaje integral, ese que no solo nutre la cotidianidad, sino que permite cumplir sueños alineados con un propósito superior”, indica Melissa Álvarez, responsable de Primera Infancia, Básica y Media de Comfama.
Si quieres acceder a este programa, que es totalmente gratuito, acércate a la oficina de talento humano de tu empleador para que desde allí un asesor de Comfama te acompañe a coordinar los grupos y horarios que mejor se ajusten a tus necesidades.