“¡Jaime Braaan! ¡Vamos Jaime Braaan!” resuena la voz de multitudes desde las graderías del Estadio Atanasio Girardot. Ese canto es, para el protagonista de esta historia, la prueba de que se pueden coleccionar sueños cumplidos.
Jaime Bran Gómez se enamoró del deporte cuando tenía 8 años, en su visita semanal al Parque Comfama Copacabana para hacer rotación deportiva con sus compañeros de colegio. Allí descubrió su primer sueño: ser algún día como uno de sus profesores, ser entrenador #EnEquipoConComfama.
Con los años llegó el segundo sueño: ser futbolista profesional. Y se cumplió. Jugó con Las Águilas Doradas, Envigado FC, Deportivo Independiente Medellín, Deportivo Pasto y Deportes Quindío. Acumuló triunfos, medallas y años de viajes que implicaban sacrificar momentos valiosos y celebraciones en familia.
Tras una década como arquero, con el deseo de cambiar su ritmo de vida, pasar más tiempo con su familia y abrir paso a nuevas promesas del fútbol antioqueño, decidió ir en busca de su anhelo de niño: regresar a Comfama, su casa, como instructor deportivo. Y encontró las puertas abiertas.
En Comfama celebró triunfos en torneos regionales y nacionales, cultivó amistades para toda la vida y contagió su amor por el fútbol, hasta que decidió seguir ascendiendo en su camino como entrenador, esta vez de los arqueros del Deportivo Independiente Medellín.
Aunque podría decir que sus metas profesionales están todas cumplidas, Jaime Bran afirma guarda en su corazón una más: trabajar para incentivar en los niños y jóvenes la pasión por el deporte. Ese es el futuro que se imagina, una vez más, #EnEquipoConComfama.
En la conmemoración de los 70 años de Comfama y de la compensación familiar en Colombia, reconocemos y exaltamos cada paso que dan nuestros afiliados hacia sus propósitos de vida y nos llena de gratitud ser parte de ellos. ¡Gracias a Jaime Bran y a todos los antioqueños que han construido desde el coraje y la esperanza!