¿Qué efecto tiene la música en la salud mental de los niños durante el confinamiento?

¿Qué efecto tiene la música en la salud mental de los niños durante el confinamiento?
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Sin duda, el confinamiento ha tenido un gran impacto en la salud mental de la población en general, incluidos los niños y niñas. Por eso, en Comfama buscamos la manera de acompañar a las familias en estos tiempos de incertidumbre, a través de nuestra Red de amor, cuidado y salud mental.

Preservar y mejorar la salud mental de los más pequeños depende en gran parte del apoyo emocional de los padres. Sin embargo, existen factores externos de estímulo, como la música, que ayuda a sobrellevar el estrés y la ansiedad.

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El papel de la música en la salud mental

La PhD de Musicoterapia, Juanita Eslava, afirma que la música es un elemento de protección y de promoción de la salud mental. Tiene mucho que ver con quiénes somos, cuál es nuestro acervo cultural y cómo nuestro entorno y familia usa la música.

Todos esos elementos terminan conjugados en cómo podemos utilizar la música como una herramienta para proteger y cuidar nuestra mente en esta época.

La carga emocional de todo lo que conlleva el confinamiento para los niños, puede ser alivianada a través de la música. Algunas recomendaciones para aprovechar este recurso incluyen:

  • Generar espacios de encuentro con la familia donde disfrutemos juntos la música, nos conectemos, hablemos sobre nuestros gustos y bailemos.

  • Componer canciones de manera espontánea para expresar nuestros sentimientos.

  • Tomar canciones conocidas y sustituir algunas palabras para darles un sentido completamente distinto. Así fomentamos, además, la creatividad de los más pequeños.

  • Acercarnos a canciones y géneros distintos. Por ejemplo escuchar y ver a la Filarmed para aprender cómo funciona una orquesta.

  • Armar cuentos a partir de la música, incentivando la escritura a través de preguntas como: ¿qué crees que dice esta canción? Y ¿cómo armarías una historia con ella?

  • Aprender a tocar un instrumento, para desarrollar al mismo tiempo capacidad motriz y habilidades auditivas.

La música puede ser un instrumento que nos ayude a gestionar las emociones. Hablar de ellas les permite a los niños reconocerlas para manejarlas de una forma más adecuada y sana. Si bien no es una píldora mágica, ayuda como forma de expresión y sanación. Además, sirve para fortalecer vínculos y conocer mejor al otro.

Desde el punto de vista neurológico, cuando tenemos un lazo emocional positivo con la música, desencadena en nuestro cerebro una respuesta química de hormonas, generando una sensación de bienestar.

La música funciona como un gimnasio cerebral. Potencia la memoria, mejora la atención, eleva el ánimo, aliviana el estrés, funciona como herramienta de aprendizaje, evoca sentimientos y mucho más.

La invitación es a aprovechar este recurso como un aliado para los más pequeños, al explorar formas creativas de sobrellevar el confinamiento mientras compartimos en familia.