¡Cuidemos nuestro hogar! 26 de enero: Día Mundial de la Educación Ambiental
28 de Enero 2021
Desde el inicio de los tiempos, la supervivencia humana ha estado condicionada por los ecosistemas que la rodean. El hombre ha encontrado en la tierra alimento, protección y abrigo. El ambiente vive en completo equilibrio, cada uno de sus órganos se complementa en un ciclo armonioso para dar vida. Pero, ¿Qué sucede cuando el hombre abusa de los “favores” vitales que la tierra le brinda?
Detente un momento a pensar qué pasaría si, de repente, los árboles, plantas, minerales, ríos, mares y animales desaparecieran. La vida se desvanecería con ellos. Ahora, ¿Qué pasaría si el ser humano fuese quien desapareciera de la Tierra? Fácil, la naturaleza tomaría nuevamente lo que le pertenece.
Es claro que la naturaleza puede vivir sin el ser humano, pero el ser humano depende de ella para vivir. Lo incomprensible es cómo el hombre, huésped de un sistema autosuficiente que le brinda todo lo que necesita para vivir, está acabando con la tierra de forma deliberada.
Hoy 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una fecha poco conocida, pero de gran relevancia. Tomar consciencia de nuestras acciones e implementar hábitos sostenibles en nuestro día a día será decisivo para el futuro del planeta y de nuestros descendientes.
La conmemoración de este día se remonta al año 1972, en la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente llevada a cabo en Estocolmo. Allí se resaltó la importancia de establecer unos principios comunes para inspirar y guiar a la sociedad en temas de sostenibilidad.
Para 1975, las Naciones Unidas declararon el 26 de enero como el Día de la Educación Ambiental. Esta fecha se ha convertido en un referente para orientar y edificar planes, acciones, proyectos y programas, que velen por la preservación y cuidado del medio ambiente.
¡Comienza el cambio desde casa!

Desde Comfama queremos invitarte a hacer parte del cambio al llevar un estilo de vida amigable con el ambiente desde el hogar.
Ahorra agua: más de dos tercios del agua que gastamos se usa en el baño. La OMS recomienda disminuir el tiempo de ducha a cinco minutos, así podríamos ahorrar hasta 3.500 litros de agua al mes. También puedes leer: Hábitos para ahorrar en casa volumen 2: agua
Separa las basuras: los residuos reciclables como el papel, cartón, plástico y metal, de los ordinarios como restos de comida, residuos sanitarios y servilletas.
Ahorra energía: utiliza bombillos LED, aprovecha la luz del sol, apaga y desconecta los aparatos que no uses, apaga las luces, evita abrir y cerrar constantemente la nevera y no abuses del aire acondicionado y/o calentador. También puedes leer: Hábitos para ahorrar en casa volumen 1: energía eléctrica
Utiliza electrodomésticos de bajo consumo: a la hora de comprar electrodomésticos, pregunta por aquellos ahorradores de energía. Actualmente, existen en el mercado neveras, lavadoras, aires acondicionados, secadoras y muchos otros productos eficientes energéticamente.
Evita los plásticos: ¿sabías que el 91 % del plástico que se produce no se recicla? Envases, bolsas, pitillos y demás productos plásticos acaban como residuos en vertederos o contaminando la tierra, ríos y mares. Cambia los recipientes de plástico por vidrio, compra productos a granel, no uses pitillo y utiliza bolsas de papel o biodegradables.
Planta un huerto: convierte tu balcón, patio, terraza o ventana en un centro de vida, cultivando frutas, verduras y/o especias en casa. Si tienes un espacio reducido, puedes optar por crear un huerto vertical. También puedes leer: Huertas, saberes y alimentos: reconectarse con la tierra desde casa
Recicla tu ropa y evita las compras compulsivas: después del sector petrolero, la industria textil es la más contaminante del mundo. La fast fashion o moda pronta, por ejemplo, consiste en prendas de baja calidad que han sido producidas de forma acelerada y a bajo costo, ideales para propiciar un consumo en masa. Una excelente idea es reciclar la ropa que ya no usas, puedes realizarle modificaciones, transformarlas en nuevas prendas o donarlas para alargar su vida útil. También puedes leer: Reciclar ropa, un hábito sostenible para combatir el consumismo
Compra productos ecológicos: elige alimentos y productos cuyos procesos de producción sean amigables con el ambiente. Evita aquellos que se obtienen con productos químicos como pesticidas, fertilizantes artificiales, herbicidas, entre otros.
No desperdicies la comida: se estima que al año un tercio de los alimentos producidos se pierde o se desperdicia (cerca de 1.700 millones de toneladas). Elabora una lista de compras consciente, evita comprar en exceso, almacena bien los alimentos y prepara la cantidad necesaria.
No deseches, arregla: si se te daña algún aparato o producto, evalúa si tiene reparación. Muchas industrias promueven un consumismo acelerado, lo cual se traduce en desperdicios, contaminación y gastos.
El planeta depende de nosotros y nosotros dependemos de él. Cuidémoslo.

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