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Informe 2021

El gozo de seguir aprendiendo

Cecilia, Jailer y Jonathan tienen algo en común, los tres son conscientes de la importancia del aprendizaje para vivir nuevas experiencias, de la formación que alimenta sus talentos, esa que afina las capacidades y los acerca a oportunidades que mejoran su bienestar y calidad de vida.

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El gozo de seguir aprendiendo

Jonathan Viana: desde pequeño sus papás le estimularon la práctica deportiva y la recreación, pero a medida que crecía se alejaba de este mundo. Fue hasta el 2020, en medio de la pandemia, cuando se sentó a reevaluar su vida y a plantearse la necesidad de aterrizar su destino. De esa forma llegó al yoga y, desde entonces, esta práctica le ayuda a sentirse mejor y a encontrar un balance entre lo físico y lo espiritual.

Por meses, se ejercitó en esta práctica de forma virtual, deseando volver a la presencialidad porque para él no es lo mismo sin el contacto, la confianza y la comunicación que se construye en el aula.

«Comfama es sinónimo de familia y siempre que llegas te sientes a gusto», dice Jonathan. Como otros compañeros de clase, tiene la oportunidad de alimentar su consciencia y de coincidir, ahora frente a frente, con personas que vibran y están en la misma sintonía de vida.

Jonathan
Enfocamos nuestros esfuerzos y reimaginamos el propósito de nuestra educación para la vida.

Cecilia Gómez: cuando Cecilia sale de casa para las clases en Comfama, confirma que está viviendo una segunda oportunidad para soñar. Durante los últimos años ha pasado por varios cursos, pero es en el de cocina, donde ha encontrado paz. Una terapia para su mente y cuerpo.

Durante el confinamiento extrañó esas buenas amistades que ha consolidado alrededor de una rica preparación y los olores que inundan la cocina cuando varios platos se preparan al tiempo. La educación virtual fue su refugio durante el aislamiento, pero ahora agradece el poder aprender en un espacio diferente a la pantalla. Eligió el curso de gastronomía porque disfruta acercarse a nuevos aprendizajes y consentir a su familia con sus sabores y olores.

La cocina ha sido una experiencia vital y la ha acercado a nuestras sedes donde encuentra espacios para compartir con compañeros y profesores la magia del ingrediente secreto: la felicidad.

Cecilia

Jailer Leopardo: la curiosidad y el propósito de descubrir nuevas pasiones, llevaron a Jailer a matricularse en un curso de porro en Comfama. Hace tres años se inscribió seducido por la elegancia, la cadencia y la música. Llegó la pandemia y esta lo privó del contacto físico tan necesario para bailar, pero no mermó el ritmo fiestero que siempre lo ha acompañado.

Ahora celebra el volver con sus compañeros, tomarlos de la cintura y transportarse a un espacio musical habitado solo por una pareja que disfruta al ritmo tradicional del Caribe colombiano. Cuando Jailer llega a una sede y las notas suenan, olvida las preocupaciones y agradece a Comfama por convertirse en refugio para el disfrute.

Jailer

Esperanza es saber que volveremos a los lugares donde hemos sido felices.

  • 239.285 matrículas con 119.152 estudiantes y, de estas, 87.317 matrículas fueron virtuales.