El Claustro Comfama: un patrimonio que se transforma y nos transforma

El Claustro nunca ha estado quieto. Ni cuando sus muros eran jóvenes y los vecinos de la Villa de la Candelaria entraban a estudiar teología, ni cuando allí se estrenó la primera obra de teatro en Antioquia, ni cuando fue la primera institución de educación superior del departamento, ni cuando se creó el primer observatorio meteorológico y astronómico de la región. Hoy, 222 años después, tampoco se detiene.

Porque el Claustro es un cuerpo vivo, aquí las historias laten y se aprenden todo los días. Por eso, Comfama asumió su renovación no como una obra arquitectónica, sino como una obra de aprendizaje colectivo, una declaración de lo que significa ser patrimonio en Medellín: un lugar que se transforma para que podamos transformarnos con él. 👉 Conoce aquí la línea del tiempo del Claustro Comfama.

Una obra que crece

Para María del Carmen Holguín, el Claustro es su segundo hogar. Su relación con este lugar patrimonial inició desde 1975, cuando llegaba a la sede a jugar tenis de mesa luego de salir del colegio. Tras un diagnóstico de salud en el 2008, decidió disfrutar más de su tiempo de ocio y el Claustro se convirtió en su refugio y lugar seguro.

Desde el 2021, en el Claustro se inició un viaje que no ha tenido pausas. En 2023 se entregó la primera etapa: el Patio Teatro iluminado de música, las salas de edición donde nuevas narrativas toman forma, los cafés, las terrazas y las aulas que han recibido a miles de personas dispuestas a aprender algo nuevo y disfrutar de sus pasiones. Pero un lugar que vive para el aprendizaje no se queda quieto, por eso este año, abrimos las puertas de la segunda etapa de transformación, un nuevo capítulo que amplía la historia y la relación de la ciudad con su patrimonio.

Nuevos espacios para aprender, crear y encontrarnos

En esta segunda etapa, se abren nuevos espacios renovados para aprender, disfrutar y crear a través de:

• Una biblioteca general e infantil renovada con más de 30 mil títulos para dejar volar la imaginación a través de las historias.

• Mediateca con 7 mil contenidos audiovisuales en formato CD y DVD para emocionarse con las historias del ayer.

• Laboratorios y cocinas con tecnología para prácticas culinarias para seguir encontrándose y aprendiendo con nuevas recetas y sabores del mundo.

• Talleres de oficios en joyería, cerámica, carpintería, ebanistería y artes gráficas para crear con las manos y el corazón.

• La renovación de la agencia de viajes para planear futuras aventuras que te permitirán mirar el mundo desde diferentes perspectivas.

Todos estos son espacios para aprender con las manos, con la mirada, con la voz, con la curiosidad para explorar, crear y, al igual que el Claustro, estar en movimiento.

Lo que iba a ser un jardín terminó siendo una mirada al pasado: hallazgos arqueológicos durante las excavaciones

En el Claustro, el suelo escondía nuevos tesoros. Lo que en un inicio sería un patio verde reveló, a 40 centímetros de profundidad, un capítulo de principios del siglo XIX: vestigios del antiguo acueducto franciscano, acequias, cimientos en piedra limonita, tabletas de barro y las primeras tecnologías de conducción de agua de la época. Un hallazgo que transformó por completo la obra y la convirtió en un patio arqueológico que ahora visitantes, usuarios, transeúntes y todo el público puede disfrutar.

Once arqueólogos limpiando, observando, ilustrando y clasificando las piezas que estuvieron más de dos siglos bajo tierra, una labor que ayuda a preservar el pasado, estudiarlo y hacerlo comprensible para todas las personas que visiten este patrimonio vivo, una posibilidad que nos permite mirar hacia el pasado para entender el presente y proyectar lo que podemos ser como ciudad.

Lo que viene con la tercera etapa de transformación

Este viaje de renovación continuará hasta 2027. En la tercera etapa se abrirán una hemeroteca, nuevos espacios expositivos, una intervención en el torreón, una huerta urbana y más espacios para la creación. Cada etapa será una invitación a seguir descubriendo, preguntando y haciendo parte de este patrimonio vivo.

Estamos en obra hoy y siempre. Por eso, te invitamos a visitar este lugar en movimiento que existe todos los días en quienes pasan por sus corredores, en quienes encuentran allí nuevas ideas, un libro inesperado, un curso que expande la mente, una historia de encuentro.