En la búsqueda por generar proyectos de impacto social, nuestra gestión se ha basado y se continuará basando en la ética corporativa como factor clave de competitividad. En este contexto, venimos desarrollando esfuerzos sistemáticos para construir una cultura organizacional fundamentada en valores.
El trabajo adelantado de tiempo atrás resulta coherente con la exigencia legal establecida a través de la Ley 789 de diciembre de 2002. Con esta continuamos nuestro compromiso de trabajar bajo un régimen de transparencia y probidad, donde rendiremos cuenta de nuestras actividades a los afiliados. Para lograrlo hemos establecido mecanismos y prácticas corporativas que nos permitirán realizar procesos de autorregulación en la gestión ordinaria.
Estos mecanismos se encuentran descritos en este documento que plasma nuestro compromiso frente a la ética y el gobierno corporativo, convirtiéndose así en un aliado estratégico que nos ayudará a afianzar la confianza y la credibilidad entre el empresariado antioqueño y a ofrecer mayores garantías a los grupos de interés con los cuales interactuamos, especialmente a nuestros afiliados.